Por María Esther Beltrán Martínez  Fotos: Museo Carmen Thyssen- Bornemisza

Coneme / Madrid, España.-  España presenta el mejor tiempo de visitantes turísticos, y una de las ciudades más visitadas es Madrid, que cuenta con una variedad  y propuestas para la distracción familiar y visitantes que desean conocer más el arte.

Uno de los museos más visitados es el  Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta en la sala 30 una selección de cincuenta collages de la directora y guionista de cine Isabel Coixet (1960). Comisariada por Estrella de Diego, esta muestra forma parte de la programación de PhotoEspaña 2025. Coixet lleva años trabajando en unos collages de papeles y fotos donde coloca al espectador en un lugar narrativo semejante al cinematográfico a partir de sus juegos de montaje.

“Isabel Coixet Collages. Aprendizajes en la desobediencia. ” es el título de la exposición. Estrella de Diego. Como explica, “las historias mejor contadas son las que se construyen a retazos”, las que exigen hacer un esfuerzo por recomponer las piezas y otorgar un significado, algo habitual en el cine y, en concreto, en el de Coixet.

El collage surgió a principios del siglo XX de la mano de artistas como Braque y Picasso, seguidos por otros vanguardistas como los alemanes Kurt Schwitters o Hanna Höch, que comenzaron a recolectar y pegar trozos e imágenes para construir nuevas realidades.

Explica que esta experimentación tiene su origen, a su vez, en el modo en que el cine, a partir de su nacimiento en 1895, crea historias mediante fragmentos, fotogramas, modificando la forma de observar el mundo de una generación entera.

Explica que los visitantes verán  el collage, cuya esencia reside en la carga de significado de las piezas que lo componen, el cine, según la comisaria, debe tener un “margen para lo adivinatorio”.

Dice Estrella de Diego que Isabel Coixet desprende en sus obras la misma desobediencia que reside en sus largometrajes, reflejando temas aparentemente banales, como las pequeñas cosas y la vida corriente, que se convierten en cuestiones abordadas desde puntos de vista inesperados. En ellas incluye frases en diferentes idiomas que se van intercalando como llamadas de atención o puntos de partida para imaginar el relato, reflejo de su manera de jugar con los varios niveles de lecturas.

“Terrafilia. Más allá de lo humano en las colecciones Thyssen-Bornemisza”

Voceros del museo informan que en el mes de julio el museo tiene una nueva exposición.  Terrafilia, un término que combina Terra (Tierra) con filia (amor y amistad), expresa una conexión profunda de afecto, cuidado y responsabilidad hacia la Tierra y sus innumerables habitantes. Amar la Tierra implica comprometerse con los animales, las plantas, las formaciones geológicas y las criaturas sobrenaturales, así como replantear el lugar de la humanidad dentro de la compleja y enmarañada red de la vida. Ante las crecientes presiones del calentamiento global, la pérdida de biodiversidad y las desigualdades crecientes, esta exposición recurre al arte para imaginar y orientar a los visitantes hacia formas transformadoras de ser-en-el-mundo, movilizando la afinidad entre especies, nuevos tipos de colectividades y el cuidado planetario.

Organizada en colaboración con TBA21–Thyssen-Bornemisza Art Contemporary, Terrafilia reúne alrededor de cien obras que abarcan cinco siglos de las colecciones Thyssen-Bornemisza, Carmen Thyssen-Bornemisza y Thyssen-Bornemisza Art Contemporary, incluyendo artistas como Joachim Patinir, Wassily Kandisnky, Natalia Goncharova, Dineo Seshee Bopape, Inês Zenha, Ayrson Heraclito y Hervé Yamguen.

Estas obras presentan un evocador espectro de exploraciones artísticas e intelectuales, revelando la profundidad y el alcance de historias más allá de lo humano e imaginarios multi-especies. Resistiendo el dualismo arraigado de la cosmología moderna, basado en la separación entre lo social y lo natural, la exposición invita a los visitantes, a través de la lente de artistas de diversas generaciones y tradiciones, a encontrarse con el mundo como un pluriverso: un mundo de muchos mundos. Terrafilia también marca un decisivo alejamiento de perspectivas antropocéntricas y occidentalocéntricas, abrazando una política planetaria emergente. Al hacerlo, se alinea con recientes giros filosóficos, antropológicos, éticos y legales que abogan por el reconocimiento de la vida no humana y de entidades biológicas y geológicas como participantes de una multitud planetaria.

Estructurada en siete “escenarios” interconectados, la exposición aborda temas como los cosmogramas, mundos animados, el arte de los sueños, objetividad, relaciones con la tierra, tiempos míticos y cosmogonías oceánicas. Estas corrientes temáticas guían a los visitantes a través de diferentes maneras de relacionarse con la Tierra —por medio del mito, la ciencia, los sueños, las historias, la espiritualidad y la ecología— mientras interrogan de forma crítica las historias de expansión colonial, extracción de recursos y violencia ecológica que han dado forma a la actual crisis planetaria.