Mario Iván B. Ruíz
*Ambos invitan a reflexionar sobre el papel de la tecnología, así como de la educación pública y autónoma en la comprensión de las leyes que rigen nuestro universo, dijo el rector
Coneme / Al presidir la ceremonia por el 95 aniversario de la incorporación del Observatorio Astronómico Nacional (OAN) a la UNAM, y de los 50 años del Instituto de Astronomía (IA) en Ensenada, Baja California, el rector Leonardo Lomelí Vanegas reafirmó el compromiso de esta casa de estudios con México y el mundo, al impulsar la investigación de vanguardia, la seguridad, la igualdad, el acceso democrático al conocimiento y el bienestar de la población.
Ambas entidades enarbolan los valores fundamentales que sustentan a la UNAM: la excelencia, la innovación y el servicio social. “Más allá de sus logros científicos, representan la capacidad humana para soñar, para preguntarse lo imposible y buscar soluciones”, externó.
El rector Lomelí Vanegas participó en la ceremonia efectuada en Ensenada, en la que aseguró que este es un gran día para la Universidad Nacional y para la ciencia en nuestro país, en América Latina y el mundo.
La celebración de las dos entidades, abundó, invita a reflexionar sobre el papel de la tecnología, así como de la educación pública y autónoma en la comprensión de las leyes que rigen nuestro universo y en la formación de científicas y científicos que han elevado el prestigio de México a nivel internacional.
La Universidad Nacional ha sido un referente para la comunidad astronómica global, desde las primeras observaciones hasta los hallazgos más recientes. “Aquí se han estudiado cometas, galaxias, nebulosas y estrellas, acercándonos cada vez más a una comprensión más profunda de nuestro lugar en el universo”, precisó.
“Mediante sus investigaciones en astrofísica, cosmología, y el estudio de la estructura y evolución del universo, ha permitido que nuestro país se posicione en la vanguardia del conocimiento astronómico a nivel mundial”, subrayó.
Luego de felicitar a la comunidad, Lomelí Vanegas llamó a mirar hacia el porvenir con esperanza, audacia y determinación, pues vivimos en una era en la que la tecnología avanza vertiginosamente y los desafíos son cada vez más complejos. El futuro de la astronomía y de todas las disciplinas dependerá de la capacidad para adaptarnos, innovar y cultivar el talento de las nuevas generaciones, señaló.
“En ese horizonte, la UNAM seguirá impulsando proyectos que nos lleven a fronteras del conocimiento que hoy apenas podemos vislumbrar, colaborando con actores nacionales e internacionales y, sobre todo, formando a las y los científicos y ciudadanos del mañana”, reiteró.
Asimismo, recordó el papel estratégico de esta casa de estudios como custodia de una vasta gama de servicios esenciales para el progreso del país, entre ellos: el Observatorio Astronómico Nacional, el Servicio Sismológico Nacional, la Biblioteca Nacional y la Hemeroteca Nacional, entre otras.
Cuna de talento e innovación
Destacó que el OAN fue una de las tres instituciones que fundaron el actual Subsistema de la Investigación Científica de la UNAM y que ha impulsado el conocimiento científico, el desarrollo tecnológico y la difusión de la cultura.
A través de sus labores, refirió, ha jugado un papel fundamental para que la UNAM se consolide como un referente para la investigación en Latinoamérica y en el mundo; y resaltó la relevancia de sus colaboraciones nacionales e internacionales para el avance del conocimiento en general y para la astronomía, en particular.
“Hoy, mientras celebramos sus logros y su legado, recordemos que el Observatorio Astronómico Nacional sigue siendo un faro que ilumina el camino de la ciencia en nuestro país. Funes Argüello indicó que es nuestra responsabilidad continuar este legado, seguir mirando al cielo con asombro y trabajar conjuntamente para que las futuras generaciones amplíen los horizontes del conocimiento. La acompañaron el exdirector del IA y actual coordinador de Relaciones y Asuntos Internacionales, William Lee Alardín; el exdirector del IA, José de Jesús González González; y la jefa del OAN en Tonantzintla, Puebla, Erika Benítez.
Al incorporarse en 1929 a la UNAM pudo dedicarse en mayor medida a la investigación en astronomía y astrofísica y se constituyó en un gran impulsor de la investigación científica y el desarrollo tecnológico, así como en la formación de recursos humanos altamente especializados
Para 1979, continuó, contaba con sus tres principales telescopios (de 84 centímetros, metro y medio y de 2.1 metros). Hoy cuenta con 10, muchos de ellos a través de colaboraciones internacionales; asimismo ha participado en proyectos como el Gran Telescopio de Canarias.
Krongold Herrera estimó que se debe seguir trabajando para que el OAN alcance su máximo potencial, lo que permitirá atraer más socios internacionales para construir nuevos telescopios de mayor envergadura, y consolidar su importante lugar en la investigación y el avance astronómico instrumental.
Puntualizó que se instaló en la Sierra de San Pedro Mártir, ya que está catalogada como uno de los tres mejores sitios en el mundo para realizar la observación astronómica. Manifestó que uno de los retos que actualmente enfrenta es conservar su cielo nocturno, para lo cual se realizan acciones coordinadas con los gobiernos municipales, estatales y federales, a fin de mantener su oscuridad y las colaboraciones internacionales.
En la ceremonia se develó una placa conmemorativa por parte de la doctora honoris causa de esta casa de estudios, Silvia Torres Castilleja, y la investigadora emérita del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores, Gloria Koenigsberger Horowitz.