Mario Iván B. Ruíz
*María Teresa Sánchez Salazar destacó que hoy en día se emplean herramientas como GPS, a fin de aplicarlas al estudio de eventos que ocurren en el territorio nacional y proponer soluciones *Este año el Instituto de Geografía de esta casa de estudios tendrá lista la tercera edición del Atlas Nacional de México; contará con mil nuevos mapas, visualizador y banco de datos
Coneme / La Geografía está más vigente que nunca en el siglo XXI; su esencia multidisciplinaria entre la naturaleza y la sociedad en el espacio/territorio atiende problemas complejos y busca opciones de solución cada vez más precisas, basadas en diagnósticos propios para los que se auxilia de herramientas tecnológicas, afirmó la directora del Instituto de Geografía (IGg) de la UNAM, María Teresa Sánchez Salazar.
Ejemplo de ello es la tercera edición del Atlas Nacional de México, uno de los grandes proyectos de esa entidad académica, que tuvo su primera edición en 1992, básicamente reuniendo mapas especializados en papel; la segunda en 2007, ya con algunos instrumentos tecnológicos.
En 2024 se completará con nuevos aparatos para relacionar diversos mapas, tener un visualizador de estos, además de un banco de datos que se podrá ir actualizando de manera permanente para contar con un producto siempre vigente.
“Esperemos que esté listo este año, dotado de más de mil mapas que abordan temas históricos, naturales, sociales, de economía, ciudadanía, desastres, amenazas y vulnerabilidad, además de cambio climático y el lugar de México en el mundo”, señaló.
Relación desequilibrada
Sánchez Salazar refirió además que entre los tópicos que atiende la Geografía destacan: los riesgos de desastre, que combinan amenazas naturales con vulnerabilidad social y económica; el cambio climático como fenómeno complicado con diversas estrategias sociales para mitigarlo; así como la planeación territorial en sus diferentes modalidades: el ordenamiento ecológico y la planeación urbana.
“Los tres temas están conectados entre sí, por eso señalamos que los problemas territoriales son complejos y los asuntos mencionados derivan de una relación desequilibrada entre la sociedad y la naturaleza”, planteó.
En entrevista, la especialista añadió que esta capacidad de la ciencia geográfica de ser integradora por naturaleza es lo que le da su fortaleza para realizar buenas valoraciones de problemas cada vez más complejos y dinámicos en el tiempo, para luego aportar soluciones.
Para lograrlo, utiliza los sistemas de posicionamiento global (GPS), diversos satélites orbitando fuera de la Tierra y mapas electrónicos que ofrecen la posibilidad de realizar dictámenes cada vez más precisos que ocurren en el territorio.
“En las carreras de Geografía hoy día se enseña no solo a utilizar las tecnologías, sino a entender los fundamentos de cómo están diseñadas, la lógica con la que trabajan para que, a través de lenguajes de programación, se puedan diseñar algoritmos que permitan la interpretación de fenómenos y procesos. Se necesita también entender la lógica de herramientas como los sistemas de información geográfica para realizar análisis espacial de algunos eventos”, detalló.
Sánchez Salazar mencionó que las tecnologías que se pueden aplicar al estudio de eventos que ocurren en el territorio han progresado a pasos agigantados. “El uso de GPS ha sido la base para dar mayor precisión a la ubicación de elementos en el espacio. La gente está más familiarizada con el uso de mapas para dirigirse a lugares o para ubicar sitios de construcciones dañadas, por ejemplo”.
La directora del IGg consideró que lo importante es su aplicación en el conocimiento y comprensión de procesos que ocurren en el espacio geográfico. “Un mapa en donde yo ubico elementos no es un mapa geográfico, pero un mapa en donde relaciono varios elementos naturales, sociales, culturales, económicos, sí lo es”.
Estimó fundamental que sean un apoyo para los especialistas, a fin de realizar evaluaciones cada vez más detalladas y acertadas de fenómenos o eventos que ocurren en el espacio para respaldar en prevención y diseño de opciones de solución a eventos, problemas, impactos ambientales, etcétera.
De acuerdo con la experta, es importante que esa disciplina se mantenga entre las humanidades y las ciencias porque la característica de ser un puente o lugar de encuentro entre ambos tipos de conocimiento es lo que le da identidad y personalidad propia.
Es parte de su naturaleza integrar conceptos y elementos de distintas ciencias naturales y sociales para comprender sus relaciones en el espacio. Esa característica e interrelacionar conocimientos científicos, sociales y humanísticos solo lo hace esa ciencia, insistió.