Por Leslie González
*Mujeres y hombres de Santa Elena, San Simón y Muna, entre otros poblados cercanos, habilitan el sacbé que une a Uxmal y Kabah *Se espera que en un año esté listo el Museo Arqueológico del Puuc, el cual dará cuenta del desarrollo cultural de esta área
Coneme / El trabajo con las poblaciones es una línea sustancial del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), iniciativa derivada del proyecto prioritario Tren Maya, de manera que la participación, la presencia y la identidad de las comunidades mayas contemporáneas es fundamental para la puesta al día de estos sitios, entre los que destacan las antiguas ciudades de la Ruta Puuc, sostuvo el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández.
Durante su participación en la conferencia de prensa matutina del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el antropólogo detalló las tareas de esta iniciativa, que lleva a cabo la Secretaría de Cultura federal, a través del instituto, en los sitios que se distribuyen en esta serranía que conecta los estados de Yucatán y Campeche.
Destacó el caso de Uxmal, donde la participación comunitaria permitió la conservación de importantes conjuntos arquitectónicos, como el Patio Hundido, el Grupo Tardío y el Palomar. Asimismo, mujeres y hombres de poblados como Santa Elena, San Simón y Muna habilitan el viejo sacbé o “camino blanco” que une a este antiguo asentamiento con Kabah.
El titular del INAH puntualizó que la aplicación del Promeza en Uxmal se refleja, además, en el avance de 30% en la renovación de la señalética, así como en el arranque de la construcción del Centro de Atención a Visitantes (Catvi).
Explicó que siete de las ocho zonas arqueológicas cercanas al Tramo 3 de la obra ferroviaria forman parte de la Ruta Puuc, todas ellas ejemplos extraordinarios de la arquitectura maya y de la admirable estructura social y económica de esta sociedad, razón por la que están inscritas en la Lista de Patrimonio Mundial, de la Organización de las Naciones para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En este sentido, dijo, se avanza en la construcción del Museo Arqueológico del Puuc, con sede en la Zona Arqueológica de Kabah, el cual se espera esté listo en un año, para dar cuenta del desarrollo cultural de esta área en tiempos prehispánicos.
Prieto Hernández mencionó que en este mismo sitio han concluido los trabajos de conservación e investigación, los cuales implicaron la excavación de estructuras y la restauración de esculturas, estucos y relieves; y ahora se avanza en la instalación de la señalética.
Por otra parte, añadió, se continúa con la edificación de las unidades de servicio de las zonas arqueológicas Xlapak, Labná y Chacmultún, en esta última, además, se llevó a cabo la conservación de pintura mural y el registro fotogramétrico de las estructuras.
Asimismo, se trabaja en la reestructuración del Museo de Sitio de Dzibilchaltún, localizado 15 kilómetros al norte de Mérida, para incorporar las investigaciones más recientes en el que se considera uno de los más grandes conjuntos conocidos de ruinas precolombinas, un centro de importancia desde antes de nuestra era, hasta el tiempo de la invasión española.
El director general del INAH estimó que para diciembre de 2023 se cuente ya con el inmueble provisto de nuevos espacios interpretativos y mayores colecciones en exhibición, con una producción museográfica renovada; en tanto, la construcción del Catvi y la unidad de servicios tienen 17% de avance.
Abundó que el monumento más importante de Dzibilchaltún, el Templo de las Siete Muñecas, fue motivo de trabajos arqueológicos que permitieron estabilizar esta emblemática edificación de finales del periodo Clásico Medio (alrededor de 750 d.C.).
Para finalizar, resaltó la considerable cantidad de vestigios recuperados durante las labores de salvamento arqueológico en el Tramo 3 del Tren Maya: al corte 17 de julio de 2023, se han registrado y preservado 7,288 bienes inmuebles (cimientos, albarradas y basamentos prehispánicos); 376 bienes muebles (metates y otros objetos cerámicos), así como 337,496 tiestos. Además, se localizaron 55 entierros humanos, muchos de ellos con ofrenda, y 201 rasgos naturales asociados a asentamientos humanos.