Por Elizabeth Vaca
Coneme / La reforma a la Ley de Instituciones de Crédito, no quitará los ahorros a los cuentahabientes. Esa versión es una leyenda negra que advierte, con estridencia, que el gobierno vendrá a quitarnos todos nuestro dinero y eso no es verdad.
Así lo externo el senador Ricardo Monreal, tras afirmar que la minuta procedente de la Cámara de Diputados y que hoy está en el Senado de la República, pretende ampliar los alcances de un mecanismo que ya está previsto en la Ley, desde la expedición de la misma en 1990.
El coordinador de los senadores de Morena, explicó que los recursos que no hayan tenido movimiento en el transcurso de seis años, son hoy abonados en favor del patrimonio de la beneficencia pública, no sin antes dar aviso a los cuentahabientes.
Con esta reforma, aclaró, los recursos de las cuentas inactivas o abandonadas en un lapso de seis años, no sólo pasarán a la beneficencia pública, sino también se destinarán a fortalecer a las instituciones de seguridad pública.
“Así como se lee el grandísimo pecado que comete esta reforma, es el de honrar la palabra y fortalecer a las policías del país, y con ello contribuir a regenerar la seguridad de los mexicanos, uno de los mayores reclamos sociales”, precisó.
Sin embargo, el Presidente de la República, hace dos días ha dicho que le planteará al Senado que, el Senado, apruebe una modificación en el sentido de que estos fondos de cuentas inactivas vayan, en lugar de la seguridad pública, a los programas sociales, que son, quizá, el mayor éxito de los últimos gobiernos que han existido en el país, añadió Monreal Ávila.
Se estima que actualmente estas cuentas inactivas constituyen un fondo de cerca de 20 mil millones de pesos, que serían los primeros fondos para poder atender, o la seguridad pública, o, como dice el Presidente, las propias políticas sociales; programas sociales.
El senador dijo que esto lo definirán con libertad, con un voto de conciencia, las senadoras y senadores en los próximos días. Una u otra forma, parecieran ser correctas, expuso.
Quizá lo que podría preferirse es una mezcla o combinación de ambas propuestas. Es decir, programas sociales y fortaleza a policías municipales y estatales, concluyó.