Por Roxana Hebe Hernández

Coneme / A los Secretarios General, Administrativo, y de Prevención, Atención y Seguridad Universitaria, y a la Secretaria de Desarrollo Institucional; al coordinador de la Investigación Científica, y a las coordinadoras de Humanidades, Difusión Cultural e Igualdad de Género; a los directores y directoras de entidades académicas y dependencias académico-administrativas.

En México se han presentado, desde mayo pasado, alrededor de 250 casos confirmados de Viruela Símica (también llamada viruela del mono o monkeypox). La mayoría de ellos en la Ciudad de México y otros estados. Es importante permanecer atentos a nuestras comunidades y tener claro que esta variedad de viruela es poco contagiosa y su evolución en general no es grave.

La viruela símica es una enfermedad causada por un virus del mismo nombre, el cual puede contagiarse de persona a persona, principalmente por contacto directo, estrecho y prolongado de la piel (besos, caricias, sexo). En raras ocasiones también se puede contagiar a través del moco de la nariz y la saliva de la boca en caso de convivencia estrecha y repetida con un enfermo (en la misma casa) o por la vía de objetos de su uso personal compartidos con otros.

El padecimiento suele presentar síntomas entre cinco y 21 días después del contagio, y pueden ser de tipo catarro, con ataque al estado general, como fiebre, cansancio, dolor muscular y de ganglios (en el cuello, las axilas o las ingles), seguido por la aparición de lesiones en la mucosa de la boca, la cara, los brazos y el resto del cuerpo. Con el paso de los días, éstos van cambiando de forma, tamaño y color, y pueden producir comezón o dolor.

Si bien el principal riesgo lo tienen las personas que han tenido contacto estrecho con un caso sospechoso o confirmado de viruela símica, el virus puede afectar a cualquiera en caso de que no se sigan las medidas básicas de higiene y cuidado al estar en contacto con alguien que presente la enfermedad.

Ante la sospecha de viruela símica, deberán considerarse las siguientes acciones:

  • En caso de sospecha de estar contagiado, la persona afectada debe quedarse en aislamiento voluntario en su domicilio y avisar a los que hayan tenido contacto estrecho. Simultáneamente, llamar a su servicio de atención médica (IMSS o ISSSTE, o alternativamente a las clínicas Condesa de la Secretaría de Salud CDMX).
  • Si la persona afectada está en una sede de la Universidad, deberá acudir a los servicios médicos de la misma, a fin de que sea evaluada y, en su caso, referida a una unidad hospitalaria para su estudio y atención, de acuerdo con la guía emitida por la Secretaría de Salud para el manejo de estos casos.
  • En cuanto se tenga la sospecha de contagio, la persona debe aislarse hasta confirmar o descartar su diagnóstico por parte de un médico, evitar el contacto directo con otros y usar cubrebocas siempre que esté con otras personas.
  • En caso de confirmarse el padecimiento, la persona afectada deberá guardar aislamiento y evitar contacto con otras personas hasta completar 21 días a partir del contagio, y se deberá avisar a los contactos cercanos del enfermo.
  • No es necesario cerrar el grupo académico ni la sección u oficina donde haya estado el enfermo.
  • Con las acciones que se llevan a cabo actualmente para la prevención de COVID-19 (higiene individual y de áreas comunes, distancia, uso de cubrebocas en las instalaciones universitarias y ventilación de los lugares cerrados), también se favorece la protección contra la viruela símica.

La Universidad se mantendrá al pendiente del comportamiento de la situación e informará a su comunidad sobre las acciones pertinentes a seguir.

Para mayor información:

“POR MI RAZA HABLARÁ EL ESPÍRITU”