Por Gabriela Arvizu

Coneme / La política exterior de México respecto a los países centroamericanos es diferenciada y con cada uno tiene una relación específica; sin embargo, todo acercamiento es positivo y contribuye a mejorar el vínculo entre naciones, afirmó Mario Rafael Vázquez Olivera, del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM.

“Me parece muy significativo que, en su próxima gira por la región, nuestro presidente vaya acompañado por los secretarios de la Defensa Nacional y de Marina, ello nos da el tenor de los temas prioritarios de la agenda conjunta”, estimó.

Con Guatemala, detalló, los temas de seguridad y fronterizos son primordiales; es favorable la convergencia con el gobierno salvadoreño, al igual que el objetivo de alcanzar una amistad más firme y constructiva con Honduras; y, desde luego, para Belice la visita es importante.

Reconoció que México ya no es el “hermano mayor” de los países centroamericanos, sino Estados Unidos, porque no supo capitalizar las alianzas estratégicas que tenía con destacados sectores políticos y sociales de esa zona. Mientras tuvimos gobiernos conservadores que miraban hacia el norte con gran expectativa, hubo de izquierda en Nicaragua y El Salvador con los que nuestro país no logró entendimiento ni renovar las alianzas.

Para que recobre esa posición requiere tener presencia directa y clara; pero enfrentamos problemas internos, por lo que “sumar a ello una política que implique un financiamiento sustantivo en países centroamericanos, es difícil de pensar”.

Por ello, la iniciativa del presidente de México es atinada en el sentido de considerar a Estados Unidos para realizar un esfuerzo conjunto de apoyar a América Central, expuso Vázquez Olivera.

El doctor en Estudios Latinoamericanos y experto en la historia de la frontera sur y de las relaciones México-Centroamérica recordó que, en los años 80 y 90 del siglo pasado, nuestro país tuvo una relación cercana con esas naciones en función del conflicto regional que se registró; pero una vez que terminó, el gobierno fue alejándose, aunque no de manera tajante.

Posteriormente surgió el Plan Puebla-Panamá de cooperación y desarrollo regional, cuya meta era promover la integración, el comercio; no obstante, el proyecto quedó en el papel: “hubo acciones, pero fueron insuficientes para cumplir los propósitos de impulsar a la región después de las guerras que vivió”.

Centroamérica fue abandonada por Estados Unidos, Europa y, en cierta medida, por México, y cayó en una profunda crisis económica, política y social de la cual hoy vemos las consecuencias agudas: incremento de la delincuencia y la inseguridad, desempleo y falta de oportunidades. “La ruta de salida de muchas personas ante esa situación es la migración hacia el norte, a EUA, pero con un impacto que todos conocemos en nuestro país”.

El presidente López Obrador tiene un plan para atender este problema de raíz, en su lugar de origen, “pero ese es un desafío tremendo que México es incapaz de enfrentar por sí solo. Se requeriría del concurso de los gobiernos centroamericanos, mexicano y, como se ha pretendido, de Estados Unidos, como respaldo para financiar programas de desarrollo eficaces, que cumplan con el objetivo deseado”, aclaró Vázquez Olivera.

El universitario consideró que en Guatemala hay un gobierno cargado hacia la derecha, represivo; por ejemplo, enfrenta una crisis socioambiental que motiva la movilidad de numerosas personas quienes encuentran en la migración la única salida para resolver su vida, además de que la COVID-19 les afectó de manera considerable.

Honduras ha experimentado un crecimiento de la violenta actividad de las pandillas, una de las razones por las cuales los migrantes atraviesan México, nación con la que, incluso, se estima establecer una asociación estratégica que apunta hacia mayor cooperación. En tanto, con el gobierno salvadoreño ha habido desencuentros; sin embargo, en el tiempo que se reúnan se verían aspectos específicos. En contraste, destaca la magnífica relación con Belice.

Recordó que, del 5 al 8 de mayo, el mandatario mexicano se reunirá con sus homólogos de Guatemala, Alejandro Giammattei; de El Salvador, Nayib Bukele; de Honduras, Xiomara Castro; y de Cuba, Miguel Díaz-Canel; así como con el primer ministro de Belice, Juan Antonio Briceño. Se prevé que la gira concluya en Cuba.