Por Gabriela Arvizu
Coneme / Jóvenes músicos de Chiapas, Quintana Roo, Oaxaca y Michoacán presentaron sus propuestas musicales en lenguas originarias dentro del del 8º Encuentro nacional “De tradición y nuevas rolas”, iniciativa impulsada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas (DGCPIU).
El 2022 marcó el regreso de este proyecto que se desarrolló en tres sedes con diferentes actividades: el Museo Nacional de Culturas Populares, el Complejo Cultural Los Pinos y el Parque de Cultura Urbana (PARCUR), estos últimos forman parte del proyecto prioritario Chapultepec, Naturaleza y Cultura.
Este año, “De tradición y nuevas rolas” concluyó con conciertos el sábado 23 y el domingo 24 de abril en el escenario bowl del PARCUR, frente a jóvenes y familias que bailaron y disfrutaron de la música de Juchirap, Juumil Wayak’, Quinceo Anapu Nimakuecha, Tania y compañía, Jared Toledo y el dueto conformado por Yaalen k’uj y DJ Rakalkuj; además de bandas invitadas, Leyenda Huichol, Raza Mixta, Sak Tzevul, Mikistli, Sexta vocal, Yok’el jk´umailtik y Lumaltok.
Durante estas presentaciones, se escucharon piezas en las lenguas zapoteco, tsotsil, huichol, p’urhépecha, tojol-ab’al, zoque, maya y en español, al ritmo de fusiones de rap, rock, hip hop, balada, pop, reggae, metal y ska, entre otros géneros musicales.
En la inauguración, que sucedió la tarde del 20 de abril en el Museo Nacional de Culturas Populares, la subsecretaria de Diversidad Cultural, Marina Núñez Bespalova, en representación de la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, se congratuló por el retorno de este proyecto creado en el 2010 en la DGCPIU.
“Lo que se está haciendo no solo es una labor artística loable, es también un mecanismo de preservación de un patrimonio. La lengua nos identifica y no podemos prescindir de ella”, dijo.
Núñez Bespalova afirmó que, en el marco del Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México se ha pronunciado porque no exista ni una lengua menos, ni un hablante menos. Reiteró que este encuentro ha propiciado la participación de más de dos mil músicas y músicos hablantes de lenguas indígenas, la grabación de discos de ediciones pasadas y la presentación de los grupos en escenarios nacionales y extranjeros. Finalmente, manifestó su confianza en que la iniciativa se repita y crezca a otros espacios del país.
Por su parte, el director general de la DGCPIU, Antonio Rodríguez, Frino, resaltó el significado creativo de una canción. “Lo que está en juego es más allá de un tarareo o una tonada, es redefinir el mundo y esa tarea es la que ustedes, jóvenes, están asumiendo desde sus propias cosmovisiones y lenguas indígenas”. Celebró que la vocación de las y los seleccionados sea dar continuidad o bien, experimentar con la ruptura -pero con una intención deliberada-, de su propia identidad.
Damián Martínez, guitarrista y compositor del grupo de rock en lengua tsotsil, Sak Tzevul, calificó a esta iniciativa como un “festival de soñadores. Un festival que por soñar tanto pudo haber muerto, pero por seguir soñando ha renacido. Que vivan los soñadores, que viva la música, que vivan los pueblos originarios de México”.
A su vez, Tania Jaquelin Cruz Morales, integrante del grupo Tania y compañía, proveniente de Ocotepec, Chiapas, dijo estar muy emocionada y feliz, pues fue su primera vez en este encuentro. También manifestó su deseo de representar con su música, en próximas ocasiones, a su región y al pueblo zoque.
Después de la inauguración, se llevó a cabo la charla “El panorama de la música indígena contemporánea” con Diana Flores, música y compositora nahua, integrante del Trío Eyixochitl y Auikal, quien narró los desafíos que enfrentó para romper con las prohibiciones impuestas por los roles de género y así formar un grupo de son huasteco.
El músico y compositor Jaime López refirió que «hacer una canción es un acto de libertad”; y Damián Martínez, del grupo Sak Tzevul, aseguró que “el camino de la composición es iluminarse a uno mismo en la oscuridad”. La noche finalizó con un concierto del grupo poblano de rock en náhuatl, Rockercoatl.
Cabe destacar que, con el propósito de promover la profesionalización de estas nuevas bandas y solistas, el 21 y 22 de abril, en el complejo Cultural Los Pinos, las y los jóvenes formaron parte de un Campamento musical, con talleres y clínicas de composición y arreglo musical, producción, manejo escénico, creación literaria en lenguas indígenas y empresas culturales, impartidos por músicas y músicos de trayectoria.
Respecto a lo anterior, Pedro Estrada, integrante del grupo Tania y compañía, expresó que “es muy importante que existan este tipo de espacios, sobre todo, en un país donde hay más de 65 lenguas indígenas que se pueden manifestar a través del arte, como lo es la música”. Resaltó el valor de la enseñanza de músicos veteranos y su acompañamiento con las bandas que apenas inician su carrera musical.
Jared Toledo, músico solista y hablante de zapoteco del istmo, expresó que se lleva una experiencia muy grata del campamento, pues le fueron brindadas herramientas útiles para la composición de piezas futuras y la mejora de las que ya integran su repertorio, “ya sea para autoproducirme, para mejorar mi composición y los arreglos musicales que pueda hacer”.