Por Gabriela Arvizu
Coneme / Somos un país endémico para este padecimiento: se estima que su incidencia es de un millón 100 mil personas infectadas, pero casi 30 millones podrían estar en riesgo de contraerla, afirma la científica de la Facultad de Medicina (FM), Paz María Salazar Schettino.
Esta morbilidad afecta principalmente al corazón, provocando 14 mil muertes anuales principalmente en Sudamérica y daña primordialmente a la población que vive en zonas rurales, porque ahí se encuentran los transmisores que son los insectos triatominos (chinches) que trasmiten el parásito Trypanosoma cruzi.
La académica aclara que no toda la gente desarrolla la enfermedad, solo aproximadamente 30 por ciento de los infectados. En cuanto a los trasmisores, en un estudio que hicimos en el estado de Veracruz únicamente a 10 por ciento de estos le encontramos el parásito.
Esta patología en la fase aguda puede pasar desapercibida, ya que en numerosas ocasiones sólo existe la fiebre y por consecuencia no es tratada, por lo cual después de varios años se presenta la insuficiencia cardiaca dilatada, incluso la muerte, en algunos casos súbita, añade la especialista.
La universitaria señala que México es el país con más transmisores comprobados de esta enfermedad: dos especies de chinches intradomiciliadas (que viven dentro de las casas) y trece peridomiciliadas (fuera). En el cono sur hay sólo una importante: Triatoma infestans.
Por ejemplo, en las huastecas, Triatoma dimidiata es abundante e infecta principalmente a niños y ancianos; “tenemos un foco rojo por este transmisor en ese lugar”, en el cual encontramos infantes con miocardiopatía, lo mismo que en el altiplano, con el otro trasmisor intradomiciliado que es Triatoma barberi.
Características
El Día Mundial de la Enfermedad de Chagas se celebra el 14 de abril para concientizar sobre este trastorno desatendido. Se celebró por primera vez en 2020, tras la aprobación y el respaldo recibido por la Asamblea Mundial de la Salud en la Organización Mundial de la Salud, en mayo de 2019.
Este año la efeméride tiene el objetivo de dar visibilidad y atención a la importancia de mejorar la detección precoz, lograr la ampliación de la cobertura del diagnóstico y el acceso equitativo a la atención clínica.
Salazar Schettino recuerda que este padecimiento fue descubierto en 1909 por el doctor Carlos Chagas, médico brasileño experto en malaria, quien en una ocasión vio cómo había chinches que subían y bajaban por las paredes dentro de las casas. Las revisó y en la defecación del triatomino vio a un parásito que nombró Schizotrypanum cruzi (Trypanosoma cruzi).
La universitaria detalla que en las heces de la chinche va el parásito que entra al organismo humano; a este tipo de trasmisión se le conoce como “chagas rural”. Al principio se presenta la llamada fase aguda, caracterizada por fiebre, inflamación de un solo ojo (conocida como signo de Romaña), el llamado Chagoma de inoculación (reacción inflamatoria rosada a roja y de consistencia dura que coincide con la zona de la picadura e inoculación del parásito), e inflamación de ganglios.
No obstante, refiere la académica, sin tratamiento y con el paso de los años se manifiesta un problema principalmente en el corazón. Por eso se le conoce como enfermedad silenciosa o del olvido, porque pasa bastante tiempo sin que se manifieste y porque afecta en especial a las personas de bajos recursos de áreas rurales. A ese lapso se le llama periodo indeterminado o fase crónica asintomática, durante el cual el parásito produce poco a poco las lesiones dentro del organismo.
También se transmite por la sangre, en transfusiones y trasplantes de órganos; a este se le conoce como “chagas urbano”. La infección también puede darse vía oral, al momento de consumir, por ejemplo, un jugo de caña; “así se ha estudiado en otros países, aunque en el nuestro no se ha descrito”. También puede transmitirse durante el embarazo.
Aunque Trypanosoma cruzi puede provocar daño en otros órganos como el esófago, el colon o la vesícula, lo más frecuente es la insuficiencia cardiaca y la muerte súbita, como cuando un futbolista está jugando un partido y cae sin vida de repente. En nuestro país vemos numerosos lugares donde se reportan fallecimientos por insuficiencia cardiaca e infarto; se desconoce cuántos por la enfermedad de Chagas. “Hacen falta muchos estudios para tener cifras exactas”.
Salazar Schettino refiere que el tratamiento con Benznidazol o Nifurtimox es efectivo en la fase aguda y es posible curar esta enfermedad. Empero, en la crónica solo es posible administrar entre otros fármacos antiarrítmicos “porque las arritmias son lo más molesto para el paciente”, pero el tejido cardiaco ya está destruido.
Prevención
En las áreas rurales donde hay casas construidas con techos de palma, varas, paredes de lodo y pisos de tierra, se encuentra la mayor frecuencia de infectados.
“Contar con pisos firmes ayuda a disminuir la incidencia de la enfermedad: el mejoramiento de las viviendas es importante porque algunas chinches viven en el piso y en las paredes, principalmente; también es de suma importancia la educación para la salud, además del uso de insecticidas donde se encuentran los transmisores peridomiciliados”.
Se deben utilizar mallas en puertas y ventanas para que el trasmisor no ingrese al domicilio durante las noches; seguir medidas de higiene en la preparación de alimentos, bebidas y realizarse análisis de sangre antes de hacer cualquier transfusión, concluye Salazar Schettino.