Por Elizabeth Vaca

*A través del INIFAP capacita y orienta a productores para el control biológico del picudo de maguey mediante el uso de feromonas*Desde el SNICS se realizan labores de caracterización, registro, protección de variedades de uso común, mejoramiento genético y producción artesanal de tequila, mezcal, raicilla, bacanora y sotol

Coneme / México cuenta con un esquema integral de fomento a la producción, conservación y comercialización de agaváceas, las cuales, apoyados por bienes públicos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, constituyen un recurso fitogenético de alto valor ecológico y social y contribuyen al desarrollo económico local, destacaron investigadores y expertos.

El especialista del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Miguel Ángel Cano García, informó que el organismo público capacita y orienta a productores para el control biológico del picudo de maguey mediante el uso de feromonas.

Además de que la Secretaría promueve el sistema de plantación de doble hilera, el cual incrementa la densidad de población en mil 200 plantas, mitiga la erosión del suelo y controla parcialmente las malezas.

Comentó que en 2011 se produjeron un millón de litros de mezcal y, en 2022, el volumen superó 14 millones de litros, de los cuales Oaxaca produjo 91.31 por ciento, seguida de Puebla (3.44 por ciento), Durango (1.41 por ciento), Guerrero (0.94 por ciento), San Luis Potosí (0.91 por ciento), Zacatecas (0.86 por ciento), Tamaulipas (0.13 por ciento) y Guanajuato (0.06 por ciento).

El coordinador de la Red Nacional de Agaves del Subcomité Sectorial de Recursos Genéticos Agrícolas, Juan Florencio Gómez Leyva, detalló que desde el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) se realizan labores de caracterización, registro, protección de variedades de uso común, mejoramiento genético y producción artesanal a través de sus cinco denominaciones de origen: tequila, mezcal, raicilla, bacanora y sotol.

Destacó además los trabajos de conservación ex situ e in situ, creación de capacidades en la materia mediante la formación de redes entre instituciones, productores y Organizaciones No Gubernamentales (ONG), desarrollo de infraestructura y difusión de la riqueza natural.

Expuso que la destilación intensiva de mezcal demanda aproximadamente de seis a 20 kilogramos de agave por litro producido, por lo que se requiere reforzar los programas de manejo integral para establecer nuevas plantaciones dentro de los esquemas de la agricultura sostenible, ya que muchas de las especies silvestres se encuentran en peligro de extinción por sobreexplotación.

Subrayó que México es centro de origen y diversidad de agaves, ya que de las cerca de 210 especies que existen en el planeta 160 se encuentran en el país y 130 son endémicas, entre las que destacan para la elaboración del mezcal el maguey espadín, espadín con barril, espadín con cirial, espadín con tobala, tobala, cuishe, verde y cenizo.

La investigadora del Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca, Gisela Campos Ángeles, resaltó que el maguey genera más de 25 mil empleos directos al año y 110 mil indirectos. Estas cifras, comentó, son únicamente en unidades de producción bajo registro, por lo que se calcula pueden ser más.

Subrayó que el uso de agaves siempre ha mantenido una estrecha relación con la historia y la cultura mexicana. De ahí que su valor no sólo es económico, pues las poblaciones los utilizan para la medicina tradicional, rituales, fiestas y ornamentos.

Señaló que la extracción sin planes de manejo puede llevar a la disminución de las poblaciones naturales de agaves, lo que ocasionaría una reacción en cadena para otras especies.

El presidente del Sistema Producto Agave Mezcal a nivel federal, Alfredo Conde de la Cruz, destacó que actualmente existen los medios y facilidades para que cualquier productor mezcalero que quiera exportar se pueda certificar.

Agregó que, de la mano con la Secretaría de Agricultura, sus órganos sectorizados y la suma de técnicos especialistas, buscarán impulsar estudios de aprovechamiento para productores, producción de plántulas y la generación de zonas semilleras.