Por Salvador Ruiz

Coneme / El pasado 23 de septiembre al menos 30 alumnos de la Escuela Secundaria Federal número 1 Constitución, con sede en Tapachula, resultaron intoxicados, -algunos más graves que otros- sin que se hayan establecido las causas, que originaron el peligroso problema. Aquella ocasión padre, familiares, maestros y niños intoxicados vivieron el peor momento de pánico y miedo que se haya vivido en una institución escolar en Tapachula. La Secretaría de Salud estatal explicó una vez que se conoció el caso “se activó el código de emergencia en los hospitales de la ciudad para brindar atención oportuna a los estudiantes afectados, que presentaban síntomas como desmayo y mareo”.

Sin embargo, la situación se hace más grave porque hasta ahora no se ha informado de la profundidad de la investigación, que primero quisieron desviar la atención con un cilindro de gas que ya había dejado de funcionar en la escuela, después que algunas empanadas y tortas habían sido la causa de la intoxicación, sin embargo a través de las redes sociales empezaron los padres de familia y ciudadanos a exhibir escenarios que habían sido los niños intoxicados de afuera y hasta se presentaron bolsas con una sustancia química, pero lo sospechoso es que la Secretaria de salud de Chiapas, se viene guardado la narrativa de que fue lo que verdaderamente sucedió con la intoxicación masiva de los estudiantes de la escuela federal 1 de Tapachula.

Funcionó todo, la atención oportuna e integral con la emergencia en hospitales de esa dependencia, del IMSS y privados, los trasladados a los centros hospitalarios por personal de la Cruz Roja Mexicana y Protección Civil de Tapachula, pero lo que no ha funcionado son los orígenes de la intoxicación donde el área de epidemiologia de la Secretaria de salud, fue la que se adjudicó realizar los estudios pertinentes para conocer las causas que habrían originado la intoxicación y malestar físico en los estudiantes, por lo que se enviaron muestras al Laboratorio Estatal de Salud Pública, para su análisis y resultados, pero hasta ahora después de más de 17 días el ocultamiento y escamoteo de una noticia de suma importancia pretenden perversamente esconderla, por razones políticas de servidores públicos que prestan su servicio a la salud de los chiapanecos.

Sería fatal esconder este tipo de noticias de una masiva intoxicación en una institución de Chiapas, porque se perdería la credibilidad con la población, que es la bandera que mejor resalta cuando una autoridad es seria, limpia, virtuosa y hasta honesta. Por más complicada que sea la investigación se tiene que dar a conocer públicamente que ocurrió, porque estaríamos cayendo entonces en sospecha públicas con los números de muertes del covid y los diversos temas que maneja la institución de salud pública en Chiapas. Perder la credibilidad en una autoridad es lo fatal e infame y hasta siniestro ocultar información que afectaría a toda lo bueno que puede ejercer un gobierno que ha hecho bien las cosas.
No por limpiar la figura pública de un servidor con fines electorales, se llegue a incurrir en ocultamiento y escamoteo de la información. Al rato van a ver otros intoxicados en otras instituciones y las omisiones e imprevisiones de antes se pagarán caro después. Hasta conferencia de prensa especial exige este tipo de casos porque se trata de la salud de niños y jóvenes para responderle a la población, a los padres de familia no solamente de Tapachula, sino de Chiapas.
En Tapachula, de todos modos, claman “Operación Mochila” y no hay nada sobre investigación.

Este fin de semana, derivado de la postal preocupante que ocurrió sobre 34 alumnos de la Escuela federal número uno de Tapachula que resultaron intoxicados por alguna sustancia y cuya investigación sigue empantanada, los padres de familia de la Escuela Secundaria General Fray Matías Antonio de Córdova y Ordóñez, aprobaron por unanimidad llevar a cabo la revisión de mochilas de los alumnos por motivos de seguridad. Sin embargo, cuando ya estaba listo para que esta misma semana se llevara a cabo, una comisión de Derechos Humanos se opuso diciendo que para llegar a ello tendrían antes que cumplirse varios requisitos.

Por otra parte, el director de esa institución, Rosabel Ramírez López, explicó en entrevista con el rotativo EL ORBE que lo ocurrido con el tema de los intoxicados todavía no les han notificado los resultados. Por ello sostuvieron una reunión con funcionarios de la Secretaría de Educación, en donde se propuso la medida de revisar las pertenencias de los estudiantes y que ahora ese programa se llamaría «Mochila segura», y que se realizará bajo otros protocolos distintos a los que se utilizaron en el sexenio pasado, cuando se empleó por primera vez, como el hecho de que es una decisión directa de los padres de familia y no de las autoridades.

De verdad un asunto que no se vale esconderlo y escamotearlo, porque entonces Chiapas estaría de cabeza en su credibilidad y honorabilidad que no deja de ser una honra para los que nos gobiernan. Primero la verdad en la salud pública y después los intereses electorales.

PD: Al escribir estas líneas se habla de otra masiva intoxicación muy grave con estudiantes en el municipio de Bochil. Prácticamente se informa en rede sociales que los niños fueron intoxicados a propósito y asegura proviene la intoxicación de sustancias químicas. Con más razón el sector salud de Chiapas tiene la palabra. Ampliaremos.