Por Jaime Arizmendi / Enviado Especial

*De Permanecer en El Chaparral, Autoridades de EU Mantendrán Cerrado Este, Uno de los Tres Pasos Fronterizos

Coneme  / TIJUANA, B.C.- La presencia hace meses de más de mil 700 hombres, mujeres y niños en el campamento de migrantes El Chaparral, provocó que autoridades estadounidenses cerraran la garita del mismo nombre, pero sigue representando un problema político y social a pesar de que ahora no tiene más de 400 personas quienes provienen de distintas entidades del país y de Centroamérica.

Luego de haber asumido hace 115 días la presidencia municipal de Tijuana, Monserrat Caballero Ramírez se propuso atender a los migrantes y se consiguió movilizar a muchos de los que ocupaban el sitio; para atemperar la problemática derivada de la suspensión del paso hacia la Unión americana en uno de los tres accesos establecidos en la línea fronteriza con esta la ciudad del mayor número de cruces a nivel mundial.

En colaboración con la Secretaría del Bienestar, ordenó a los titulares de la Dirección de Atención Municipal al Migrante (DMAM), del Sistema Municipal de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SMPINNA), la Dirección Municipal de Seguridad Pública y otras, realizar un censo para conocer la situación del sitio, cuyo resultado reveló que más del 70 por ciento eran personas y familias enteras provenientes del interior del país.

Enseguida, los funcionarios emprendieron campañas de acercamiento con los migrantes asentados en el campamento para invitarlos a cambiar a una sede más adecuada, que cuente con mejores condiciones de salud. Y con el objetivo de identificar los aspectos claves en dicha problemática para: Primero, conocer si los migrantes se quieren quedar en Tijuana, para que puedan hacerlo en condiciones dignas.

Segundo, si las personas requieren regresar a su lugar de origen, para lo cual de inmediato se les empezó a apoyar con partidas presupuestales especiales. Y, tercero, si desean continuar con la espera del «sueño americano», pues no podrían recibir el respaldo del gobierno municipal, sin dejar de ofrecerles opciones de largo plazo para una mejor estancia.

En breves entrevistas realizadas por éste reportero con migrantes, sobre todo mujeres con sus hijos a un lado quienes pidieron mantenerlas en el anonimato, se puso en claro que quienes permanecen en el campamento están decididos a continuar en busca de su objetivo: pasar a Estados Unidos «a como dé lugar», por lo que tampoco aceptarán que se intente trasladarlos a otro punto de Tijuana.

La situación se advierte más complicada a partir de que, se dijo también, dentro del campamento hay quienes se han autodenominado «lideres de los migrantes», y rechazarán cualquier intento gubernamental por de sacarlos o moverlos a ningún otro sitio.