Por Carlos Mauricio Hernández

Coneme / La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México es parte del gabinete de Seguridad, del gabinete de Paz, que diariamente se reúne en Iztapalapa y hemos participado activamente en la construcción de esta estrategia, aportando información cualitativa sobre este delito.

Aplaudo está iniciativa. Es oportuna y adecuada para enfrentar un delito que genera tanto daño en las comunidades. Es una respuesta integral y articulada a un problema complejo y diversificado; contiene la dimensión territorial y sectorial, parte de la información y la prevención de darle difusión a los medios de denuncia y generar redes de confianza con las personas que son víctimas.

Somos parte de una gran fuerza operativa orientada a combatirla, pero quiero enfatizar que su prevención requiere del compromiso y del esfuerzo de la comunidad completa. Debemos cerrarle el flujo de dinero que incentiva, que alienta el delito.

La extorsión es un delito que tiene una expresión territorial local e impacta sobre diversas capas de la actividad económica, por ello, el acompañamiento y liderazgo del gobierno de la alcaldía es indispensable y necesario para la prevención y el combate.

A nosotros, a la Fiscalía General de Justicia Ciudad de México, nos corresponde investigar este delito, ubicar a los responsables, detenerlos y presentarlos ante la autoridad judicial. Nos rige una política criminal dirigida a la captura y desarticulación de estos grupos delictivos, que atentan contra la paz social, irrumpen la armonía de los hogares y atemorizan a los miembros de las familias, pero sin dejar de reforzar, nosotros también, las acciones de prevención.

Para fomentar la cultura de la denuncia en los habitantes de la Ciudad de México, hemos puesto a su disposición la Denuncia Digital, ampliando el catálogo de delitos penales y “La Línea Directa de la Fiscal de la Ciudad te escucha” para recibir quejas e iniciar investigaciones y de ser necesario, acudimos a resolver la mala atención, el maltrato o los actos de corrupción que pudieran darse en las agencias del Ministerio Público.

La denuncia es lo que nos permite investigar y combatir el delito; quiero comentarles que hace unos días, compañeros de la Policía de Investigación, -a mis compañeros de Iztapalapa de Policía de Investigación los saludo con mucho cariño-, estos compañeros de Policía de Investigación enfrentaron y pusieron su vida en riesgo para detener a unas personas que amenazaron y extorsionaron a un ciudadano, habitante del pueblo de Santa Cruz Meyehualco, que nos pidió ayuda y gracias a ello logramos desarticular un grupo dedicado a esta actividad.

Por ello… (aplausos) Gracias para mis compañeros policías de Investigación, son los detectives de la Fiscalía. Por ello, les pedimos a todas las personas que estén siendo víctimas de este delito, que denuncien; les pedimos que denuncien. Acudan con nosotros para cerrarle la puerta a la extorsión.

Esta es una responsabilidad de todos, no solo de las autoridades. Los habitantes de la Ciudad de México tienen el derecho constitucional a la convivencia pacífica y solidaria, a la seguridad ciudadana y a vivir libres de amenazas generadas por el ejercicio de la violencia y la comisión de delitos.

El camino a la justicia y a la paz requieren de una intervención de carácter integral, que permita atacar las causas estructurales en la comisión de delitos; esto se puede lograr si se atienden las causas de raíz a nivel nacional, como se está haciendo, pero también a nivel individual, familiar y comunitario; aunado a la disuasión y contención a cargo de las instituciones encargadas de Seguridad y Justicia.

Prioritariamente, en la Fiscalía capitalina nos ponemos del lado de las víctimas, atendiendo sus denuncias de manera eficiente. Refrendamos nuestro compromiso con las y los ciudadanos para que las investigaciones sean serias, científicas, realizadas por personal, altamente capacitado.

Paralelamente, también ponemos al servicio de la ciudadanía, atención integral multidisciplinaria para víctimas directas e indirectas del delito. Este delito de extorsión sabemos que provoca mucho miedo y por eso tenemos una alta cifra negra; les queremos decir: téngannos confianza, entre todos nos vamos a proteger, pero también es obligación de la Fiscalía, de nuestros policías de Investigación, de nuestros Fiscales, de nuestros Ministerios Públicos, dar la seguridad que a quienes denuncien serán resguardada su identidad y serán protegidos. Denuncien, téngannos confianza. ¡Alto a la extorsión!