Por Tania Arizmendi

Coneme / JEFA DE GOBIERNO, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO (CSP): Muy buenos días. Primero que nada, quiero felicitarlos, felicitarlas por todos estos años de servicio, a quienes el día de hoy están recibiendo esta premiación. Sabemos que su trabajo es difícil, los horarios que cubren, el dejar a la familia, a veces no ver a los hijos, no ver a los padres, madres, estar al servicio de la ciudadanía, pues representa muchos sacrificios, no crean que somos omisos frente a ello o que no lo sabemos.

El estar parado durante muchas horas, el recibir una instrucción, el detener un delincuente, el estar patrullando, el estar frente a los distintos vehículos orientando el tránsito; toda esta labor sabemos que representa un sacrificio y que, solamente si hay entrega, se puede realizar. Y entrega cuando se habla de 40, 45 años, 30, 35 años, pues es una entrega enorme a la ciudadanía; así que, primero que nada, quiero decirles que estamos orgullosos y que muchísimas, muchísimas felicidades a ustedes y a sus familias. Así que, un aplauso para todos.

En particular a nuestras compañeras, a nuestros compañeros policías, también, pero también a nuestras compañeras policías, porque… por varias razones: una, si hoy es difícil entrar al Cuerpo de Policía me imagino, jefa, lo que fue hace 45 años, cuando no había policías mujeres y, a veces, se recibía discriminación de los propios compañeros. Pero, también, por lo que significa en términos de la familia, ser mujer policía y tener hijos, aunque para los hombres también representa, en particular, para las mujeres dejar a nuestros hijos, nuestras hijas para desarrollar nuestra labor, pues siempre representa algo muy importante cuando somos mujeres; así que, es un sacrificio doble.

Y, tercero, también por lo que hemos vivido recientemente, porque es cierto lo que dice aquí Paco Ignacio Taibo II, que es un gran escritor, pero no solo eso, es una gente que ha luchado durante muchos años por la Transformación de nuestro país; durante muchos años se vio a la Policía como la Policía represora y nosotros, desde que llegamos, y también desde un tiempo atrás, pero desde que llegamos, lo que buscamos fue, más bien, capacitar para contener, más que para reprimir a la gente; y, estamos convencidos de ello.

Y, en este tiempo, pues nuestras compañeras, también, no han pasado tiempos fáciles. Cuando hay una manifestación violenta, cuando se les agrede, el mantenerse contenidas, el capacitarse cada vez más, pues ha representado –sabemos– un riesgo; pero también, quiero decirles, un ejemplo. Hoy, ustedes, mujeres policías, son un ejemplo en toda la República y en todo el mundo porque representan mujeres que se han capacitado, que se han formado y que están en condiciones de contener las distintas situaciones que se les presentan, y que no se hable de que en la Policía haya abuso o haya represión. Así que, ese ejemplo que están dando, también por eso quiero darles un gran aplauso a todas ustedes el día de hoy.

Tienen ustedes un Jefe de la Policía, pues que es un ejemplo, la verdad, ha sufrido en carne propia atentados por el trabajo que realiza, por atender a la ciudadanía y por disminuir violencias; y, eso, ese sacrificio que representa una persona que dirige la Policía se ha presentado pocas veces, ese es un ejemplo a seguir. Pero de parte nuestra, lo que hemos querido hacer desde que llegamos al gobierno –y espero que, de alguna manera, se reconozca– es dignificar al policía y a la Policía; para nosotros, ustedes son personas, cada uno y cada una de ustedes, con estos sufrimientos, con estos sacrificios, con esta entrega, con esa valentía, con poner el ejemplo todos los días.

Son personas que, la manera de dignificarlos, pues es estos premios que se les da al mejor o a la mejor policía cada mes, estos premios y reconocimientos por los años de labor de servicio; pero también el elevarles el salario en 9 por ciento, porque no solamente es la cantidad de recurso económico, sino el esfuerzo que se está haciendo para que no sean estos salarios, o estos aumentos salariales, que se les daba antes, sino que es un reconocimiento a su labor.

El dar un apoyo al jefe de Cuadrante para que pueda desarrollar su trabajo; el ir fomentando cada vez más la Carrera Policial, de tal manera que no solo sea el tener amigos, compadres dentro de la Policía, sino que sea el propio esfuerzo personal el que vaya permitiendo que ustedes vayan teniendo mejores rangos. Falta mucho por hacer, pero aquí lo más importante es que ustedes sientan el reconocimiento, tanto de la autoridad, de la Jefa de Gobierno, como de la ciudadanía; y, creo que en estos años en que hemos estado al frente del gobierno, cada vez hay un mayor reconocimiento de la ciudadanía, y eso es por su entrega, por su dignidad, por su labor.

Y por eso, la entrega de los libros de hoy representa eso, verlos a ustedes como personas, con Derechos, el Derecho a la Lectura, el Derecho al Esparcimiento, el Derecho a la Cultura, el Derecho a que tengan la posibilidad de leer un libro, que se les dé de manera gratuita y que entre ustedes lo puedan comentar; eso, sencillamente, es reconocernos como personas. Claro que aquí hay Oficiales, hay distintos niveles de policía, distintos rangos, pero lo más importante es que, entre nosotros, nos veamos como personas. Y esto es lo que queremos dejar el día de hoy, esta labor cultural dentro de la Policía, no solamente hacia afuera sino también dentro de la Policía.

Entonces, este libro que les vamos a entregar, espero que lo lean, como dice Paco Ignacio Taibo– sino… no es una obligación, pero leer nos abre muchos horizontes que, de otra manera, no los veríamos; ni una película, ni la televisión, ni una serie televisiva nos abre el horizonte de lo que significa disfrutar un libro y, particularmente, estos libros que fueron seleccionados por el Presidente de la República para que todos los mexicanos tengan acceso a la lectura.

Así que, el día de hoy, no me queda más que darles las gracias por su trabajo cotidiano, esta gran labor que está desempeñando la Policía; hemos reducido el Índice Delictivo de Alto Impacto en 50 por ciento, y eso es gracias a su trabajo cotidiano, su entrega cotidiana y, por eso, también, nuestro reconocimiento como personas, nuestro reconocimiento como policías y nuestro reconocimiento por el Cuerpo Policial en su conjunto, porque estoy segura que cada día somos mejores y que representamos la Mejor Policía de nuestro país. Así que, muchas gracias a todos y a todas y enhorabuena por este inicio de lectura dentro de la Policía de la Ciudad de México. Gracias.

SECRETARIO DE SEGURIDAD CIUDADANA, OMAR HAMID GARCÍA HARFUCH (OHGH): Con su permiso, Jefa de Gobierno. Muchas gracias, saludo con mucho respeto a mis compañeras y compañeros que se encuentran en este lugar; muchas gracias a los medios de comunicación por estar aquí y acompañarnos. Hoy, saludo y agradezco y felicito a la Comisaria Adalberta Peláez, por ser un ejemplo y abrir la brecha para muchas mujeres en la Policía de la Ciudad de México; abriendo una brecha con su ejemplo de trabajo todos los días, desde que se dio de alta, en 1976.

Muchas gracias por continuar aquí, con nosotros, por representar a muchas compañeras que en estos últimos años han tenido momentos difíciles. Muchas gracias. Muchas al maestro Paco Ignacio Taibo por estar aquí, gracias. Aprovecho, también, para agradecer al doctor Salvador Guerrero todo el apoyo que le ha dado a la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Este es un día muy especial para nosotros por una razón: porque estamos aquí para reconocer a las y los policías, quienes han dedicado una vida al servicio y protección de los habitantes de la Ciudad de México.

Para nosotros, nuestro personal es uno de los pilares más importantes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana; las instituciones han cambiado y madurado con el paso de los años, pero la constante son las personas que integran esta Secretaría: ustedes, quienes con su entrega y compromiso han acompañado los procesos de transformación de esta Secretaría y de esta ciudad. Es por eso, que nos llena de orgullo contar con mujeres y hombres que todos los días hacen su mayor esfuerzo para tener una ciudad más segura para sus habitantes.

Tenemos compañeras y compañeros aquí sentados –y otros que no están– que han dedicado prácticamente toda su vida a la labor de ser policía. Desde la primera vez que portaron ese uniforme y que, año tras año siguen demostrando su determinación y perseverancia para cumplir con esta importante misión; así, con todas… a pesar de todas las carencias y adversidades, como lo comentó la Comisaria Adalberta.

En la Policía siempre hay adversidad; adversidad, también, para nuestras familias, siempre falta tiempo, hay carencias, hay riesgos. Pero, a pesar de las dificultades, hay cientos de compañeras y compañeros que sacan a flote a la institución, que ponen muy en alto el nombre de nuestra Policía y, sin importar la adversidad, todos los días trabajan con valentía y hacen una labor realmente extraordinaria por esta Secretaría y por su ciudad.

Por ello, ustedes deben estar convencidos que esta vocación de servicio que eligieron, y a la cual han dedicado muchos años de su vida, es la correcta y merece cualquier tipo de sacrificio y entrega incondicional. Nuestro sincero reconocimiento a las y los policías galardonados y a sus familias, principalmente. En su entrega radica la mayor fortaleza de esta Secretaría, ustedes son el ejemplo a seguir de todos aquellos que también tienen el sueño de servir a esta institución, su ejemplo inspira y se multiplica. Muchas gracias.

Esperamos que estos logros sean un aliciente para redoblar esfuerzos y continuar trabajando con mucha pasión, siendo ejemplo para nuestras compañeras y compañeros que van entrando. La mejor supervisión para nuestros nuevos policías es la de ustedes, sus consejos, pero, sobre todo, su ejemplo del día a día. Para nosotros es muy importante reconocer su labor, pero sabemos que el mayor reconocimiento para un policía es la oportunidad de salvar vidas, de proteger el patrimonio de las personas, de lograr la detención o neutralización de algún delincuente o desarticular organizaciones delictivas peligrosas, responsables de la violencia que tanto daña a esta ciudad.

Muchas felicidades, muchas gracias por su compromiso, muchas gracias por su esfuerzo. Tengan la seguridad que todos los días esta Secretaría y este equipo que lo encabeza estará trabajando para mejorar las condiciones de la Secretaría, empezando por las instrucciones de nuestra Jefa de Gobierno. Muchas felicidades y muchas gracias.

DIRECTORA DE SEGURIDAD ESCOLAR DE LA SUBSECRETARÍA DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y PREVENCIÓN DEL DELITO EN LA SECRETARÍA DE SEGURIDAD CIUDADANA, ADALBERTA NARCISA PELÁEZ JUÁREZ (ANPJ): Muy buenos días. Con su permiso, doctora Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México; Comisario General, licenciado Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México; subsecretario de Participación Ciudadana y Prevención del delito, licenciado Pablo Vázquez Camacho; y a todo el personal y panel de mandos que nos acompañan, así como compañeras y compañeros.

Es un honor para mí estar hoy, aquí, en este recinto y Alma Mater a mis 45 años de servicio en la Secretaría de Seguridad Ciudadana; 45 años de aprendizaje, logros, alegrías y, ¿por qué no decirlo?, también de decepciones y momentos difíciles. Pero, al final de este trayecto suman, para llevar esta placa, cerca del corazón, con mucha satisfacción.

Y con esta felicidad, quiero dar un reconocimiento a ustedes, compañeras y compañeros, por su labor, entrega y templanza que han requerido para seguir; seguramente, hubo muchos momentos para tirar la toalla: por la familia, por la salud, por su tranquilidad, pero el compromiso de servir a la sociedad es el que hace que mantengan firmes y convencidos en su gran labor.

Los invito a que continuemos siendo un ejemplo para las generaciones que vienen atrás, sumando esfuerzos para cambiar la percepción que la sociedad tiene de la Policía, que nos conozca, porque somos muchos los que trabajamos por la integridad de todas y todos. Somos nosotros los que hacemos a la Mejor Policía del país. Gracias.

Agradezco a Dios y a la vida porque, a pesar de que la profesión de ser policías requiere de carácter, no nos quita ser seres humanos con sentimientos, ideologías y errores, como cualquier persona; el camino no ha sido fácil, pero hoy, como hace 45 años, porto y seguiré portando con orgullo y gallardía el uniforme que elegí representar. Gracias, gracias, gracias.

El éxito de este periodo se lo debo, en gran parte, a las personas que siempre me esperaron y apoyaron incondicionalmente en este trayecto de vida: a mi madre, a mis hijos y hermanos que, con paciencia y sin desmayo, aún siguen a mi lado. Para cerrar este discurso, lo haré con una frase de Marie Curie, Premio Nobel de Física y Química: “La mejor vida no es la más duradera, sino más bien, aquella que está repleta de buenas acciones”. Gracias por todo, gracias a ustedes y gracias a Dios por dejarnos seguir. Muchas gracias.

DIRECTOR GENERAL DEL FONDO DE CULTURA ECONÓMICA (FCE), PACO IGNACIO TAIBO II (PITI): Cuando se decidió hacer una operación masiva, de dimensiones nunca conocidas en América, en toda América, y regalar 2 millones 100 mil libros a los ciudadanos, creímos que el problema era complicado.

La iniciativa presidencial cobró forma, comisiones para escoger los libros, costo de producción y no sabíamos la que nos esperaba porque el problema, al final, no fue producir y financiar estos 2 millones 100 mil libros; el problema real es distribuirlos para que cada libro llegue a alguien que quiera leerlo, pueda leerlo o, a lo mejor, le interesa leerlo; y, no convertir los libros en depósitos en oficinas de funcionarios donde tienen los 21 tomos bien bonitos, puestos en la pared, y ahí se van a quedar a dormir el sueño de los injustos.

¿Cómo llegar a cada uno de los que podrían leerlo, quisieran leerlo? En las primeras conversaciones, uno de los temas más interesantes es, ¿cómo accedemos a cuerpos en los cuales el fomento a la lectura transforma de una manera interesante la vida, en particular, en los policías? Y, alguien decía “no, pero los policías no leen”, bueno, eso según tú, que no has de haber leído nunca; y, “no, a los policías no les interesa”.

Bueno, veamos, hay experiencias previas muy positivas en este país: la de Nezahualcóyotl es notable, el nivel de lectura, las bibliotequitas que se pusieron en cada pequeño cuartelillo; la colaboración de los policías en crear clubs de Lectura en el barrio, entre niños y adolescentes.

Y “bueno, pero, pues es que necesitan manuales, material técnico, formación profesional”, y yo diría: sí, pero ¿quién no necesita, también, cultura?, ¿quién no necesita, también, el rato leyendo un libro y encontrando una maravillosa historia de piratas bucaneros o héroes nacionales, o figuras claves en la historia de México?, ¿quién no necesita formación sentimental y no solo formación técnica?

Y, aparecía como una clara, clara, clara intención y no es obligatorio, los que no quieran leer, no tengo problema ninguno; pero déjenle, a los que sí quieren, el espacio. Y, entonces, hoy arrancamos en la Ciudad de México el Programa de Fomento a la Lectura en los Cuerpos Policiacos. Y, ¿qué esperamos de ustedes? Nada más que el que quiera leer, lea, nada de obligaciones; nada de “¿cuántas páginas leíste ayer, mi estimado policía?”, no, no, no, no, no.

Lo que esperamos es que los interesados reciban los libros y prueben; algunos de ustedes son lectores, no va a haber que ayudarlos a leer, han sido lectores durante toda su vida, lectores de literatura, lectores de fantasía, lectores de divulgación científica. Bien, este es un estímulo para que sigan siendo lectores. Otros de ellos tendrán… otros de ustedes tendrán la curiosidad de bueno “yo he dejado de leer, leo libros técnicos que tienen que ver con mi cadena, mi composición o leo los libros que mi hijo adolescente me obliga a leer para explicárselo”.

Bien, la idea es abrir democráticamente el espacio; el primer paso es regalar libros, va a haber libros para todos los aquí presentes, yo creo que calculamos bien –porque hay cajas escondidas allá abajo–, para que al menos les toque uno, luego se lo intercambian. Y este es el primer paso, a partir de aquí iniciamos y vamos a iniciar, cuidadosamente, un plan para crear clubs de lectura entre núcleos de policías, para crear micro bibliotecas en espacios donde hay tiempo libre, a la espera de acontecimientos, para crear discusión y debate, para traer escritores, de vez en cuando, a dar conferencias o hablar de sus libros, o sea, un plan integral que va a ir en profundidad, muy rápido, muy rápido.

No quiero abusar, los que me conocen saben que los protocolos y las ceremonias me ponen muy nervioso, sobre todo, cuando recuerdo mi pasado en el que mi relación inicial con la Policía era correr más rápido que ellos y, cuando me alcanzaron, cómo me abrieron un boquete de 7 centímetros arriba de la ceja. No eran policías de la Ciudad de México, eran judiciales de, vaya usted a saber dónde, y no tenían armas reglamentarias, me dieron con una varilla envuelta en un periódico, técnica, por demás novedosa para mi primera cicatriz.

Venimos de un país donde la desconfianza en la Policía está fundamentada y justificada, un país donde la Policía ha sido un instrumento de abuso, de corrupción, de represión, en algunos momentos, terrible para imponer antidemocráticamente una realidad. Recuperar la confianza de la ciudadanía, recuperar el cariño de la ciudadanía, recuperar la capacidad fundamental de la Policía, que es servir al pueblo, es un trabajo muy complicado, muy difícil, sobre todo –como bien señalaba el secretario de sector–, cuando tenemos una prensa que es verdaderamente terrible, que lo que destaca es el botón negro, el hecho pecaminoso y no destaca el hecho heroico, la intervención positiva y crea un mal ambiente que se perpetúa.

Pero esperemos que esta batalla que tiene que dar las autoridades, pero sobre todo, uno a uno, cada uno de ustedes, en sus tratos cotidianos con la ciudadanía mejore, en términos de realidad, la relación con el pueblo de esta maravillosa ciudad. Si a esto ayuda el que les regalemos libros, bienvenido y hasta ahí. Muchas gracias.

PRESIDENTE DEL CONSEJO CIUDADANO PARA LA SEGURIDAD Y JUSTICIA DE LA CIUDAD DE MÉXICO, SALVADOR GUERRERO CHIPRÉS (SGC): Buen día a todas, a todos; Jefa de Gobierno, secretario de Seguridad Ciudadana, subsecretaria, Comisaria, Paco Ignacio Taibo. Saludamos a las familias de las y los policías que son reconocidos este día por forma parte de un proceso trascendente. “El futuro será como quiera que sea, pero alguien tiene que hacerlo”, nos ha dicho Paco Ignacio Taibo en una novela en 2012; el director, ahora, del Fondo de Cultura Económica así ha introducido la importancia de aquello que debe hacerse, porque ya está en el futuro.

La historia se escribe cada día y, en la Ciudad de México, la prospectiva es clara: una ciudad segura, de méritos y acceso a Derechos; un modelo, el avance sustantivo de la disminución de la inseguridad en la capital, a partir de una Estrategia de Coordinación entre autoridades locales y federales, de trabajo de supervisión y de inteligencia, de mayor disposición ciudadana a denunciar, de promoción depuradora institucional dentro de las Policías, de edificación responsable de la carrera y la dignidad policial y, sobre todo, del ejemplo y liderazgo del titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, y de la Jefa de Gobierno de nuestra gran ciudad, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo.

En este momento, la Ciudad de México hace historia y muestra la mejor evolución en materia de seguridad de las principales entidades del país; ha disminuido en 45 por ciento el promedio de los delitos que son analizados al momento de hablar, con datos, pero también con percepciones.

Por supuesto, es indispensable el liderazgo, pero sería imposible concretar una visión sin el trabajo cotidiano, la dedicación incondicional, el compromiso valiente y la disciplinada entrega de ustedes, las policías y los policías que, como la Comisaria Adalberta Narcisa Peláez Juárez, el inspector, jefe Martín Luis Rodríguez Jiménez y el comisario Jorge Alfredo Alcocer Rosales, representan perseverancia y amor, manifestado en más de tres décadas de servicio en la que hoy es la Mejor Policía del país. Y, ya nos dio una lección la comisaria, en materia de cultura y en materia de carácter, tiene que haber sensibilidad al mismo tiempo que hay firmeza. Con orgullo, desde la ciudadanía les agradecemos. Muchas felicidades y muchas, muchas gracias de verdad. Gracias.