Por Héctor Trejo S.

-Después de “La Llorona”, primer filme de terror que se realizó en México, vinieron muchas cintas, aunque en esta entrega quiero hablar solo de las más destacadas, por taquilleras o bien porque a los especialistas y críticos les llenaron el ojo.

Coneme / Empecemos pues con “Profanación” (1933), una cinta dirigida por Chano Urueta, cuyas tablas en la realización le permitieron aportarle a su cinta la pericia que se requieren para funcionar en cartelera. Al más puro estilo de “Cronos” (Guillermo del Toro, 1992), el filme narra la tempestad que trae consigo una joya maldita, que data de la época prehispánica, vendida por un anticuario. Julio regala el collar a su esposa, pero la joya provoca que ella y su cuñado se enamoren y eso trae consigo una catástrofe colosal.

Juan Bustillo Oro, se vuelve un director recurrente en el cine de terror mexicano de la Época de Oro, valiéndose de muchos elementos del Expresionismo alemán, ofrece a los espectadores el filme “Dos monjes”, de 1934, en el cual nos habla de un monasterio del siglo XIX en el que dos monjes que inician una pelea y cada cual da su versión del conflicto, que coincide con la mención de una mujer de la que ambos están enamorados.

En 1957 llega a las marquesinas mexicanas el que sería el ícono nacional del personaje de Drácula, me refiero a Germán Robles, quien protagoniza la cinta “El Vampiro” dirigida por Fernando Méndez, basada en la novela de Bram Stoker. Según la crítica especializada de la época, parte del contundente éxito que tuvo el filme se debió en gran medida al trabajo histriónico de Germán Robles, personaje que sin lugar a dudas marcó su vida artística. A este le seguiría su secuela El ataúd del vampiro (1957) y Misterios de ultratumba (1959).

“Hasta el viento tiene miedo” (1967-1968), dirigida por Carlos Enrique Taboada y protagonizada por Marga López (Bernarda), Maricruz Olivier (Lucía), Alicia Bonet (Claudia) y Norma Lazareno (Kitty) fue otro filme que impactó. La cinta narra la aparición del fantasma de Andrea, una alumna que se suicidó cinco años atrás en un colegio de señoritas. El ente termina por posesionarse del cuerpo de Claudia, una de las alumnas, con el fin de tomar venganza contra de Bernarda, la directora del colegio. La versión de Taboada dejó un gran sabor de boca, al grado de que existió un remake en 2007, dirigido por Gustavo Moheno. El propio Taboada dirigió en 1968, “El libro de piedra”, cinta protagonizada por Marga López, Joaquín Cordero y Norma Lazareno.

Taboada marcó época en el terror mexicano, pues en 1975 dirigió “Más negro que la noche”, filme en el que además del buen argumento, la selección de las actrices le permitió posicionarse entre los más vistos de la época. Contó con la participación de Claudia Islas, Susana Dosamantes, Helena Rojo y Lucía Méndez, en un momento destacado de sus carreras. La cinta nos cuenta como, al morir la tía Susana, su sobrina Ofelia se convierte en heredera de la vieja casa con la condición de cuidar a Becker un gato negro mascota de la occisa; Ofelia se muda a la casa junto a sus amigas Aurora, Pilar y Marta. Luego de varias situaciones extrañas, Becker aparece misteriosamente muerto en el sótano y se detonan una serie de irregularidades sobrenaturales en la casa.

Juan López Moctezuma, colaborador habitual del gran Alejandro Jodorowsky, lleva a la pantalla grande la cinta “Alucarda, la hija de las tinieblas” (1978), con una notoria carga sexual, muy al estilo de los trabajos de su mentor. El filme es la historia de Justine (nombre, de una de las obras más famosas del Marqués de Sade), quien vive en un monasterio y recibirá la influencia terrible de la bruja Alucarda. Considerado por algunos como de culto.

En 1985, algunos filmes de género comenzaron a tener cierta laxidad, hubo quien consideró a estas películas como las de terror a la mexicana.  “Cementerio del terror” dirigida por Rubén Galindo Jr., es una de esas cintas, que con el presupuesto que tenían decidieron capturar en la lente monstruos de corte cómico, sin quererlo, haciendo una caricatura de presunto cine gore de su largometraje.

En 1989 aparece en cartelera, otro de esos largometrajes, que pasó a la historia por su ineficacia argumental, fotográfica, histriónica, alarmante diseño de imagen, pero sobre todo por los terribles efectos especiales… me refiero justamente a “Vacaciones del terror”, aquella cinta dirigida por René Cardona III, que tuviera una secuela, todavía más mala en “Vacaciones de Terror 2” (1991). El filme fue protagonizado por Pedrito Fernández y su novia Gabriela Hassel, acompañados de Nuria Bages y Julio Alemán.

El mismo Pedrito Fernández protagoniza otra cinta de terror de pésima calidad, producida por Casa Blanca Producciones, llamada «Pánico en la montaña», en la cual comparte créditos con Adalberto Martínez ‘Resortes’, María Rebeca, Jorge Reynoso y Alfredo Gutiérrez.