Por Rodulfo Reyes

Coneme / Casi la mitad del agua que se potabiliza en las plantas del ayuntamiento de Centro se pierde durante el traslado a los hogares del municipio que abarca a la capital de Tabasco. Y el líquido que se fuga reblandece la tierra y provoca los más de 800 socavones que hoy día amenazan a Villahermosa. Esa situación es grave: en ninguna arca municipal hay recursos del tamaño de los que se necesitan (por lo menos 12 mil millones de pesos) para solucionar la contingencia, que seguramente le reventará a la gestión de Yolanda Osuna Huerta. La administración de Evaristo Hernández Cruz recibió la ciudad con arriba de 400 hundimientos y aunque se taponó buena parte, al nuevo gobierno le quedará la responsabilidad de componer casi el doble de esa cifra.

De acuerdo a lo que informó ayer el presidente municipal, además de que el territorio no cuenta con drenaje pluvial, las tuberías de agua potable y drenaje sanitario tienen ya entre 70 y 80 años, por lo que prácticamente están colapsadas. Solo la federación y el estado pueden entrar en auxilio de los habitantes de Centro, que sufren las repercusiones cuando llueve: una precipitación de media hora es suficiente para inundar Villahermosa, con tramos en la avenida Ruiz Cortines que desaparecen a un vehículo, según dijo Hernández Cruz.

El problema es más complejo aún si se toma en cuenta lo que reveló el miércoles el gobernador Adán Augusto López Hernández: Tabasco tiene un “hueco financiero” de cuatro mil millones de pesos. Esto es, para que el estado no se paralice, se requiere una inyección de esa cantidad de dinero que no la hay en caja. La situación está tan grave que a finales del mes pasado se dejó de pagar a proveedores, y en estos momentos se analiza la posibilidad de recurrir a un empréstito. 

“Se sufrió para el cierre de fin de mes porque está escaso el recurso; son los meses en que la participación baja, pero pudimos pagar a tiempo prestaciones y servicios, aunque tuvimos que parar el pago a proveedores”, refirió el mandatario. La falta de solvencia, dijo, obedece a los gastos que ha generado la pandemia, principalmente en la aplicación de pruebas para detectar Covid-19. “El día de hoy no hay dinero en caja de gobierno, estamos gastando mucho en la aplicación nada más de pruebas”, expuso, pues se están aplicando más de dos mil 500 pruebas diarias, que tienen un costo de 60 mil dólares, esto es un millón 200 mil pesos al día.

¿QUIÉN ES EL RESPONSABLE?

Así como hay responsabilidad de la sociedad en el aumento de los casos de coronavirus, en la crisis del agua por estallar buena parte de culpa recae en la ciudadanía. Más allá de que tan solo en Centro la cartera vencida de los habitantes por el servicio pasa de los 500 millones de pesos, los partidos políticos se han opuesto a la única solución que parece viable: la privatización.

A inicios de su gestión, el alcalde Hernández Cruz informó que era indispensable que la iniciativa privada invirtiera en ese rubro, como sucede en otros estados del país, pero de inmediato se desató una campaña en su contra, alentada por actores políticos. La respuesta virulenta provocó que se cerrara el tema, que hoy ha vuelto a ser noticia con la revelación del edil de que ¡el 44 por ciento del agua que sale de las plantas potabilizadoras se pierde en su traslado a los hogares!.Además del desperdicio de un elemento que ya escasea en el mundo, esa fuga es una bomba de tiempo por los hundimientos que provoca y que pueden ser mortales.