Por Alberto Woolrich
Coneme / En las tribunas mañaneras del Señor Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, a veces, hay una clara intención de que nadie se entere de verdad de lo que está diciendo, otro tanto acontece en nuestras instituciones de procuración e impartición de justicia.Especialmente en la Fiscalía General de la República.
La posición dominante de Alejandro Gertz Manero, además de su evidente desconocimiento a integrar de manera limpia, jurídica y acertada sus carpetas de investigación, es aquella, en la que denota sumisión a las ordenanzas de Palacio Nacional. Las pretensiones de la Representación Social Federal son únicas, o la tomas o la dejas, sino, también. Creen tener el sartén por el mango….. y el mango también.
Su nulo discernimiento en la procuración de justicia le conduce a intentar cubrir sus tropelías y omisiones y de lo que deviene en un peligro para que pierda su libertad.
Como todos los juristas lo saben, la ley está redactada de forma legible. Pero Alejandro Gertz Manero la interpreta de otro modo y allí es donde se refugian todas las sinrazones que tiene la fiscalía para procurar sus injusticias. Y es allí donde las togas de indignidad se multiplican hasta el infinito para proveer su parcialidad en la procuración de ella. Su ley del embudo no concuerda con lo redactado de forma legal.
En nuestra institución de procuración de justicia a nivel federal, existe un sistema muy sofisticado y cuyas verdaderas intenciones son aquellas de encubrir a la narco-política. El afán de protección de Alejandro Gertz Manero (parte dominante) a ella, se nota en todas sus inadvertencias y olvidos para encontrar la verdad de aquella alianza con los narcotraficantes que trajo como consecuencia el descender aviones cargados de cocaína en territorio nacional. Omisiones con las que se pretende desalentar en Justicia al más pintado. Con ello su procuración de proveerla empieza y concluye mal. Pero ello no es casual. Se obtienen gananciales por ello.
Ante tales actuares de la Fiscalía General de la República, cualquier voz de acusación inexperta baja la guardia, se desespera. La Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, no pierde su lucidez en el entramado de las omisiones. Su velocidad para conocer e interpretar la ley se multiplica. Su poder de comprensión no se diluye ni disminuye. Cuando llegue el momento de demostrar la conducta de aquél narco-político, lo hará de forma firme, enérgica y terminante.
Si Alejandro Gertz Manero no entiende la ley. El Ateneo de Estudios Penales de la Abogacía Independiente de la República si la entiende.