Por Crispín Barrera Ponce
Coneme / Las Senadoras y Senadores de la República, integrantes de todos los Grupos Parlamentarios, expresamos nuestra consternación por la situación de las niñas y las mujeres en Afganistán, a raíz de la toma de control del país por parte de los talibanes el 16 de agosto del presente. Los hechos conocidos a través de la prensa nacional e internacional muestran la desesperación de miles de personas que desean salir del país, temiendo la represión del gobierno talibán y la instauración de sus políticas, mismas que afectan de manera desproporcionada a las niñas, adolescentes y mujeres, restringiendo sus derechos a la educación, a la salud, al trabajo, al libre tránsito, a una vida libre de violencias, entre otros.
Como Senadoras y Senadores no somos indiferentes a los llamados de auxilio que las niñas, adolescentes y mujeres afganas están haciendo a través de las redes sociales, pidiendo el apoyo de la comunidad internacional. No somos indiferentes al llamado de las mujeres para defender a sus hijas de la violencia sexual y los matrimonios forzados, ni a sus hijos de los reclutamientos militares a temprana edad. No somos indiferentes al llamado que están realizando, como ellas expresan, “antes de que se apaguen nuestras voces y desaparezcan nuestros rostros”. No podemos ser indiferentes al llamado de las jóvenes afganas que nos dicen “que ellas no cuentan porque nacieron en Afganistán” y que sin apoyo internacional “morirán lentamente en la historia”.
A todas y todos, nos duele el miedo y el terror que sienten hoy las niñas y las mujeres afganas. Como Senadoras y Senadores de la República expresamos nuestro compromiso para apoyar todas las acciones de la sociedad civil de México que contribuyan a visibilizar la grave problemática que hoy viven y contribuir a su solución. Por ello, exhortamos a todas las partes en conflicto a mantener un diálogo para la construcción del país que tenga como uno de sus ejes fundamentales los derechos humanos de las niñas y las mujeres. Solicitamos al gobierno de México y a todos los gobiernos progresistas del mundo, brindar asilo político a las mujeres que así lo soliciten por el riesgo que corren sus vidas y las de sus hijas e hijos. Apoyamos los llamamientos de la sociedad civil de México y el mundo para que las fronteras de Afganistán permanezcan abiertas para todas aquellas personas que deseen salir del país.
Exhortamos a la comunidad internacional para que apoye a todas las mujeres afganas y, de manera muy especial, a todas aquellas que, por las acciones o profesiones realizadas durante estos últimos veinte años, se encuentran hoy en el foco represor del poder talibán: niñas y adolescentes que asistían a las escuelas; mujeres jóvenes universitarias; profesionistas de todas las áreas y defensoras de los derechos humanos. Subrayamos la trascendencia de la actividad de las mujeres periodistas y exigimos que se respete su libertad e integridad personal. Solicitamos al Gobierno de México, ejerza sus buenos oficios para lograr la repatriación de compatriotas, si es que aún se encuentran en esas latitudes. Cuidar de la integridad de mexicanas y mexicanos es muy importante.