Por Ángel Núñez
-Evita el contacto con agua estancada contaminada y procura tener selladas cisternas y tinacos.
-Aseo obligatorio en patios, zotehuelas y azoteas después de presentarse alguna inundación.
Coneme / Ante los torrenciales pluviales que inundan calles, vialidades e infinidad de casas, la población está expuesta a contraer enfermedades respiratorias a padecer gastroenteritis, diarrea y dermatitis, entre otros males. Es importante el aseo y la limpieza extrema de nuestros hogares, resguardarnos en refugios seguros, cubrirnos con ropa abrigadora y retirar el agua sucia estancada para evitar criadero de mosquitos.
Así lo afirmó la doctora Sandra Elizabeth González Pineda, coordinadora del área de Epidemiología del IMSS Estado de México Oriente, quien hace un llamado para que en caso de sufrir un chubasco cambiarse de ropa mojada por indumentaria seca y abrigadora, a fin de prevenir enfermedades neumológicas y respiratorias, lo que podría complicar el cuadro sanitario de la población ya afectada por el coronavirus. Pidió evitar el contacto con agua estancada contaminada, extremar la higiene en todos los utensilios de la cocina en casa, eliminar el agua acumulada en los trebejos y tomar agua embotellada, filtrada o bien hervida.
La epidemióloga indicó que luego de sufrir alguna inundación en casa es importante que se tenga limpieza exhaustiva en patios, zotehuelas y azoteas y retirar los objetos inservibles, basura o piezas que obstruyan el drenaje para evitar que se originen charcos de agua contaminada y criaderos de mosquitos. “El agua contaminada estancada que no se barre o permanece puede contraer algunos parásitos, inclusive parásitos de la piel, la humedad como tal puede ocasionar algunos hongos que nosotros le llamamos
micosis”, indicó. González Pineda recomendó cuidarse de las precipitaciones pluviales, sobre todo en los niños y adultos mayores quienes suelen ser susceptibles a padecer enfermedades neumológicas o de tipo respiratorio. La especialista aprovechó para llamar la atención de la población y no dejar las medidas higiénicas para mantener a raya al COVID-19, los resfriados por los cambios bruscos de temperatura y las “mojadas” e insistió en la limpieza permanente y exhaustiva de manos, el uso del cubrebocas y abrigarse bien. “Mantener una buena hidratación evita que las secreciones se concentren y tiendan a permanecer por más tiempo en el cuerpo, y con ellas, los microorganismos. No fume. Evítelo por siempre. La falta de oxigenación y la aspirada del humo promueven la acción de los virus”, advirtió.