Por Crispín Barrera Ponce
-Con una tradición de apenas siete décadas en investigación, hoy tiene estudios competitivos y de vanguardia a nivel internacional, afirmó Miguel Alcubierre Moya
-Manuel Sandoval Vallarta fue el pionero en docencia en la Facultad de Ciencias, y Marcos Moshinsky en investigación en el Instituto de Física, ambos de la UNAM
Coneme / En el México del siglo XIX e inicios del XX, cuando ocurrió la Independencia nacional, no se hacía investigación en Física. Había escuelas de Ingeniería y algo de Astronomía, que se practicaba desde la época prehispánica. En el siglo XIX había astrónomos en el país estudiando las estrellas y existía el Observatorio Astronómico Nacional, ubicado en el Castillo de Chapultepec. Pero en esa época se hacía poca ciencia, afirmó Miguel Alcubierre Moya, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM.
En el Porfiriato dominaba la idea del positivismo, de “orden y progreso”, que fue un boom para la investigación científica en el mundo, incluido nuestro país, donde se empezó a traer investigación científica, se pensó que la ciencia era importante, y que era fundamental pensar de manera racional y entender la naturaleza. “Entonces hubo apoyo a la tecnología, y se desarrollaron los trenes”, señaló.
Los estudios formales de Física comenzaron a fines de los años 30 y los 40 del siglo XX. Manuel Sandoval Vallarta fue el pionero de los físicos en México. Fue un físico teórico que nació en la Ciudad de México el 11 de febrero de 1899. Realizó sus estudios en la Escuela Nacional Preparatoria de 1912 a 1916, en la época más violenta de la Revolución. Publicó aproximadamente 60 trabajos, principalmente sobre mecánica cuántica, relatividad general y rayos cósmicos, donde se registran sus más valiosas aportaciones.
Fue director del Instituto Politécnico Nacional (1944-1947) y subsecretario de la Secretaría de Educación Pública (1953-1958). Miembro de la Legión de Honor de Francia en 1952, Premio Nacional de Ciencias y Artes 1959, doctor Honoris causa por la UNAM y por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, así como miembro fundador de El Colegio Nacional.
Cuando en 1938 se creó la Facultad de Ciencias de la UNAM, todavía no se publicaban artículos en revistas internacionales. Los primeros físicos fundaron la carrera, la Facultad de Ciencias y el Instituto de Física. “La primera persona en el país que empezó a hacer investigación en Física y a publicar en revistas internacionales fue Marcos Moshinsky Borodiansky, quien se había formado en México, pero vino con un doctorado de Estados Unidos con ese impulso de publicar”, recordó. Marcos Moshinsky Borodiansky nació el 20 de abril de 1921 en Kiev, Ucrania, y emigró con su familia a México a los cuatro años de edad. Realizó sus estudios en la Preparatoria Nacional y en la Facultad de Ciencias de la UNAM, institución a la que se incorporó como investigador del Instituto de Física en 1942.
El doctorado lo obtuvo en la Universidad de Princeton, bajo la dirección del profesor Eugene Wigner, Premio Nobel de Física. Cursó sus estudios de postdoctorado en el Instituto Henri Poincaré, de París (1950), y en Princeton (1952). Fue jefe del Departamento de Física Teórica del Instituto de Física de la UNAM (1968-1974), e investigador y coordinador de asesores del Instituto Nacional de Energía Nuclear (1971-1984). Investigador Emérito del Instituto de Física de la UNAM a partir de 1984; también fue Investigador Nacional de Excelencia en el Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt e integrante de El Colegio Nacional.
Alcubierre Moya afirmó que la Facultad de Ciencias de la UNAM fue la primera institución en el país que comenzó a hacer Física. Más adelante siguió el Instituto Politécnico Nacional. “Es relativamente nueva la Física en México, no llega a cien años. Somos un país joven, aunque tengamos varias décadas hay países que tienen varios siglos, como Inglaterra, Alemania y Francia. Pero hemos aprendido mucho, al principio lo que se hizo fue enviar a nuestros estudiantes a estudiar posgrados en el extranjero, sobre todo a Estados Unidos”, comentó.
En la década de 1950 pasó a Estados Unidos la batuta del gran desarrollo en Física que se dio a principios del siglo XX en Europa (Alemania, Inglaterra, Francia). “Después de la Segunda Guerra Mundial estos países habían quedado muy dañados por la guerra y varios de los científicos (algunos perseguidos, de ascendencia judía) se refugiaron en Estados Unidos, donde había un boom de la Física”, dijo Alcubierre Moya.
En México, en los años 50 del siglo pasado, los físicos mexicanos iban a estudiar a EU sus posgrados a diversas instituciones. “Somos jóvenes en el estudio de la Física, pero hemos aprendido, hemos mandado a nuestros estudiantes a doctorarse al extranjero desde los años 50 del siglo XX y hoy en día tenemos varias escuelas de Física en el país y estudios bastante sólidos”, consideró. Reconoció que hoy siguen siendo pocos especialistas en esta disciplina y tienen escaso presupuesto para realizar proyectos de investigación en grandes instalaciones como aceleradores de partículas, pero cuentan investigación de primer nivel, laboratorios de clase mundial y gente que va al extranjero y tiene importantes colaboraciones internacionales.
“Creo que la Física en México está claramente consolidada, es competitiva. Somos varias universidades en el país que dan esta carrera, hay centros de investigación importantes, estamos empezando a descentralizarnos desde hace 20 años”, añadió el experto. El también exdirector del ICN consideró que el pensamiento positivista de finales del siglo XIX y principios del XX está superado a nivel filosófico, pero la idea de que la ciencia y el pensamiento racional es importante sobrevive dentro del gremio en el país. Hoy, hay aproximadamente 15 mil profesionales de la Física y mil estudiantes, tomando en consideración de 200 a 300 que se suman cada año. Se cultivan áreas como Física Teórica, Cosmología, Física Nuclear, Óptica y Nanomateriales.