Por Crispín Barrera Ponce
-Pide materializar sus reclamos en materia educativa, laboral, de participación política y en la toma democrática de decisiones
Coneme / El senador Ricardo Monreal Ávila hizo un llamado para saldar la deuda con las y los jóvenes, materializar sus reclamos en materia educativa, laboral, de participación política y en la toma democrática de decisiones, a fin de que “asuman su responsabilidad histórica y puedan ser dueños de su presente”.
La precariedad de los empleos, ligada a la pérdida de derechos mediante reformas que hicieron más laxa la contratación, o la omisión de las autoridades ante abusos, acotó, son algunos de los fenómenos que afectan los derechos de este sector a mejorar sus condiciones de vida mediante su esfuerzo. Durante el “Taller Juvenil de Formación Legislativa”, organizado por el Parlamento Juvenil 2020, Monreal Ávila refirió que el objetivo de la Agenda 2030 es garantizar que nadie se quede atrás y contempla a los jóvenes en cuatro áreas específicas: empleo juvenil, adolescencia, educación y deportes para la paz. “Estos elementos son tomados en cuenta por nosotros, ahora en esta nueva dinámica en el Poder Legislativo”.
La expedición de leyes o iniciativas que se han construido dijo, tienen una orientación para el desarrollo integral de este sector y la incorporación de políticas públicas que propicien su inclusión en los ámbitos políticos, social, económico y cultural del país. Expresó que “las generaciones mayores reconocemos las deudas que tenemos con los jóvenes. Y, por eso yo siempre aprovecho cualquier foro para convocarlos a no desmayar, a seguirle. Ustedes son incansables, no se agotan, no se cansan”.
Ricardo Monreal aseguró que es fundamental romper con las formas de exclusión que menosprecian las capacidades creativas, innovadoras y transformadoras de las juventudes y que, incluso, han llegado al extremo de regatearles su lugar protagónico en nuestras sociedades. Dijo que las soluciones a las injusticias que padece este sector de la población deben contemplar una reestructuración político-económica, es decir, mecanismos de redistribución de la riqueza, la reorganización de la división del trabajo o la toma democrática de decisiones dentro de las instituciones. Así como acciones que promuevan un cambio cultural como la revaloración de las identidades y la diversidad cultural. También advirtió que la ausencia de este tipo de soluciones, es uno de los factores que ha alimentado el descontento de las juventudes con las instituciones formales de la democracia, que han sido incapaces de reestructurar el sistema que genera las injusticias.
Recordó que, en las primeras dos décadas del Siglo XX, fuimos testigos de movimientos sociales de nueva generación, como la “Primavera árabe, el M-15, Occupy Wall Street, #YoSoy132, Chile 2020, Colombia 2021”, que no representaron reclamos de las juventudes en contra de la democracia, sino una demanda para su profundización. Monreal Ávila subrayó que la transformación nacional no puede ser ajena a las diversas realidades de este sector de la población, puesto que no existe una sola forma de ser joven y, dicha diversidad, debe considerarse para no reproducir los sesgos del pasado, ni injusticias sociales.
El pleno ejercicio, promoción y protección de sus derechos, así como el diseño e implementación de la política nacional, no pueden ser ajenas a las realidades juveniles del México contemporáneo, tampoco pueden llevarse a cabo sin su plena y activa participación, asentó. “Para lograr una democracia construida por las y los jóvenes, se requiere conocer y hacer uso de los mecanismos para incidir en la toma de decisiones de sus comunidades, y crear lazos de cooperación con sus congéneres para crear nuevas alternativas de vida y soluciones a problemas comunes”, manifestó. Refirió que algunas de las herramientas con que cuentan para abrirse camino hacia los asuntos públicos, son el presupuesto participativo, las candidaturas independientes, la consulta popular y el Parlamento Abierto.