Por Crispín Barrera Ponce
-Son momentos complicados en una relación compleja y diversa entre Estados Unidos y nuestro país, señaló Jesús Gallegos Olvera
-El colapso en Afganistán y el manejo de la frontera norte son el fracaso administrativo para EU, indicó Erik Lee Bedoya
Coneme / Es compleja y diversa la relación bilateral entre México y Estados Unidos, por numerosos desencuentros y desacuerdos. Sin embargo, ambas naciones deben trabajar en conjunto para resolver los problemas fronterizos, consideraron Jesús Gallegos Olvera, internacionalista de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, y Erik Lee Bedoya, CEO de North America Research Partnership.
Al participar en el ciclo “Diálogos bilaterales 2021: Cooperación regional y seguridad”, Gallegos Olvera calificó de complicados estos momentos en la relación de ambas naciones, la modernización de la frontera es un reto y la estrategia del presidente estadounidense, Joe Biden, en materia migratoria y de seguridad, requiere forzosamente la cooperación de México para que sea exitosa. Sin embargo, eso no significa que nuestro país esté dispuesto a colaborar de manera constante, porque también reconoce esa complejidad y las necesidades del vecino país del norte.
Esa modernización de la frontera es un reto para las dos naciones, una condición que se extiende en materia de negociación constante en el ámbito federal, local, municipal y de condado, lo que ha permitido hablar de acertijos que para México representan dar respuesta a algunas condiciones que Estados Unidos exige en esta relación bilateral, como estabilidad y orden político. Recalcó que México percibe a la migración como una fuente de ingresos; de acuerdo con datos del INEGI, en el primer semestre de 2021 recibió 20 mil millones de dólares provenientes de las remesas de trabajadores mexicanos en Estados Unidos. Asimismo, expuso que desde México se le exige atender una corresponsabilidad en diversos temas fronterizos que requiere de una negociación constante entre ambos gobiernos en temas comerciales, migratorios, ambientales, de recursos hídricos, entre otros, cuyo carácter es estructural.
Planteó que en términos globales el contexto en el cual se dan las relaciones bilaterales entre ambos se ha calificado como un mundo posamericano, “en función de las condiciones que hemos visto en Afganistán, Siria y en otras latitudes, y desde luego bajo las que tiene la presencia de China, Rusia y Europa en el marco de la crisis sanitaria global”. En su oportunidad, Erik Lee Bedoya consideró que el colapso en Afganistán y el manejo de la frontera norte son el fracaso administrativo para Estados Unidos y reconoció que la frontera con México, seguido de China y Rusia, representan amenazas para la seguridad nacional de la Unión Americana.
En el encuentro, organizado a distancia por la Escuela de Extensión Universitaria UNAM-Chicago, el Centro de Estudios Mexicanos UNAM-Los Ángeles y la FCPyS, resaltó que el tema fronterizo “añade gasolina a un debate amargo y politizado que casi ha roto el sistema político de Estados Unidos y asumido un lugar desproporcionado en el imaginario colectivo”. Señaló que desde tiempo atrás ambos países mantienen filosofías y perspectivas diferentes. Es decir, Estados Unidos tiene un gobierno tecnócrata y una visión neoliberal, mientras que México un régimen populista. Pese a ello, ambos gobiernos tienen una herramienta útil como el T-MEC, porque el comercio en América del Norte es fundamental para la seguridad nacional de los países firmantes de este acuerdo: México, Canadá y Estados Unidos.
En ese sentido, dijo que nuestro país es el socio comercial más importante de Estados Unidos, a pesar de los desacuerdos, desencuentros y falta de entendimiento. Más adelante, consideró inédito el cierre de la frontera entre las dos naciones, así como la prohibición de los viajes no esenciales para los estadounidenses, ni siquiera con los ataques terroristas de 2001 se cerraron los límites de ese país. Para concluir, Lee Bedoya reconoció que tanto México como Estados Unidos no cuentan con las suficientes instituciones para atender el flujo migratorio en la franja fronteriza, por lo que la cooperación es clave; uno solo no puede hacerlo todo. Faltan organismos públicos y privados para manejar realmente la intensidad del tránsito de personas hacia Estados Unidos.