Coneme / Mensaje de la Diputada Federal del Partido Revolucionario Institucional, Marcela Guerra Castillo, durante la Sesión de Congreso General: Apertura del Primero Periodo Ordinario de Sesiones del Primer Año de Ejercicio de la LXVI Legislatura, el domingo 01 de septiembre de 2024.
– Con su permiso señora presidenta, compañeras y compañeros legisladores.
– Honorable Congreso de la Unión.
Hago uso de esta alta tribuna para hablar en nombre de mi partido, el Revolucionario Institucional. Lo hago en el inicio de los trabajos de nuestra Sexagésima Sexta Legislatura, que es ocasión oportuna para fijar la posición que ha de orientar nuestra participación como una fuerza política.
Reivindico que venimos a contribuir a un debate político que enriquece la vida del Congreso y de la República. En el PRI, creemos en el fortalecimiento de la vida republicana, en la fuerza de la pluralidad y en el respeto a nuestra Constitución y en la democracia deliberativa como fundamento de la vida parlamentaria.
Habremos de levantar la voz cuantas veces sea necesario, con energía y determinación, con la fuerza de la razón, pero con la fuerza también de los argumentos. Creemos que la disciplina crítica no funciona en la realidad. Rechazamos también el monopolio del poder, porque sabemos y sabemos muy bien de las distorsiones que imponen la predominancia de un partido en el marco de un sistema que rompe la competencia política.
Creemos que la diversidad de voces y expresiones deben tener peso en el diseño de las políticas públicas y en las definiciones del Estado. Nos corresponde construir entonces y profundizar el Estado democrático de Derecho; el Estado que vive en el régimen republicano; Lucharemos siempre por un sistema plural y competitivo de partidos. Nos postulamos por un régimen presidencial acotado, sujeto a equilibrios y contrapesos y que conduzca a una profunda y exigente justicia social.
Quien gobierna, quien tiene ese privilegio, tiene también responsabilidades insalvables. Una de ellas, es actuar con profunda vocación democrática, y en la democracia se tienen que escuchar todas las voces, incluso aquellas que no coinciden con lo que nosotros pensamos.
En el PRI creemos en esos postulados y por ellos habremos de luchar. Somos un partido con la vocación de construir grandes acuerdos, sólo así nos enriquecerán las coincidencias y nos van a fortalecer las diferencias.
Desde lo que nos une y con lo que nos distingue todos, absolutamente todos y todas debemos tener el talento para impulsar la grandeza de México. Si señoras y señores, la grandeza de este país que nos exige nuestro actuar inmediato. La política es constituir, es concretar y la buena política es la que edifica, la que permite la confrontación de las ideas, la que entiende la diversidad como una oportunidad para construir la unidad.
Brindamos y exigimos respeto como divisa necesaria para propiciar el libre intercambio de ideas en el debate. Ya que de nada le sirve al país un Poder Legislativo cómodo y parcial, ya que está en la esencia de este “ente”, esta cámara, este Congreso de la Unión, un contrapeso efectivo a las decisiones y acciones del Poder Ejecutivo.
Asumimos también la necesidad de ejercer una crítica sin cortapisas y que de esa manera ser un poder que sea el verdadero contrapeso. Así entonces nos definimos como un partido de posición política y no como uno de oposición irresponsable. Vamos a hacer una oposición contundente pero responsable, habremos de impulsar y colaborar con el gobierno, solamente, solo en aquellas propuestas que juzguemos positivas para el país, y rechazaremos, con razones y firmeza, aquellas que consideramos que afectan a la sociedad.
En el PRI vemos con la mayor seriedad la vida parlamentaria. Porque este espacio es para construir una vida pública sustentada en principios y razones claras y nos corresponde honrar esa vida de la República, de la división de poderes, los contrapesos, las libertades y la democracia.
Rechazamos todas esas rencillas y el ajuste de cuentas, las descalificaciones, las adjetivaciones que pretenden tomar el lugar del auténtico debate sobre los problemas verdaderos del país, los problemas que le preocupan a los mexicanos ya las mexicanas. Como Grupo Parlamentario tenemos muy claro nuestro papel, nos constituimos en una fuerza política opositora, comprometida con México, digna, una fuerza crítica, vigilante y congruente con nuestros principios ideológicos.
Participaremos para construir un Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2025, que eleva la calidad de nuestro desarrollo, el nivel de vida también de las comunidades e incrementa el crecimiento y las oportunidades de desarrollo en condiciones de justicia social y el respeto por supuesto irrestricto al medio ambiente.
Trabajaremos incansablemente a favor de la igualdad sustantiva para generar las condiciones que permitan lograr que la pobreza deje de ser el destino inmutable para grandes sectores de la población, sobre todo para las mujeres y sus familias.
Estamos en contra de que la inseguridad se expanda y se manifiesta como una subcultura de la ilegalidad y que amplíe su dominio, esa inseguridad que lastima a todos los sectores de la sociedad y que día con día exige nuestro actuar rápido, no sólo en los presupuestos sino también en las leyes más contundentes para poder erradicar este cáncer que daña a todas y a todos.
Seguiremos luchando por una auténtica reforma del sistema de salud que ofrezca una atención oportuna y el abasto puntual de medicamentos, una educación de calidad que dé a nuestros niños y jóvenes una preparación que les permita formar parte de un ambiente laboral altamente competitivo y un real combate a la corrupción, que no sea una simulación, que no sea nada más un discurso de una mañana o de una tarde, un combate a la corrupción verdadero y en todos sus ámbitos, absolutamente en todos sus ámbitos.
Lucharemos por el real sistema de cuidados para que a las mujeres se les haga también justicia y que podamos retribuirlas por todo el trabajo que hacemos y que no es reconocido, simple y sencillamente no pudimos aprobar el sistema de cuidados porque tenía impacto presupuestal. Debemos hacer a un lado tener la voluntad y concretar el sistema de cuidados.
Compañeras y compañeros, no creemos en la premura de ocasión para aprobar reformas, por eso postulamos una auténtica y profunda Reforma al sistema de justicia y rechazamos la propuesta de reforma al Poder Judicial que consideramos incompleta, fíjense bien, incompleta, extraviada en sus medidas y equívoca en sus propuestas.
Desde ahora anticipamos que no permitiremos que se avasalle a otro de los Poderes de la Unión, ni tampoco que se pretenda desaparecer los órganos autónomos que funcionan como contrapeso ante un presidencialismo exacerbado. Hacemos entonces compañeras y compañeros, un respetuoso y afectuoso llamado, fíjense bien, un llamado para superar los diferendos y que caminemos por la vía del acuerdo y que nos unan en el marco de nuestras diferencias.
Hacemos una invitación real, genuina, para que nos unamos en torno a las auténticas políticas de Estado que permitan impulsar una mejor calidad de vida para la gente. México reclama políticas de consenso y acuerdo que nos hagan superar esas visiones parciales que pretenden imperar desde la óptica de una mayoría parcial y aplastante y el de excluir y diezmar a una pluralidad. La pluralidad es democracia, honremos la democracia respetando la pluralidad.
Nuestra vocación es en favor también de construir un México de libertades, un México democrático, plural, que viva y profundice el régimen republicano y que rechace el apetito de regresar a una hegemonía. Nos reivindicamos como constructores en la transición que nos llevó al predominio de un solo partido y que fuimos y mutamos hacia la democracia, porque creemos en ese proceso y exigimos su profundización.
Compañeras y compañeros, reiteramos nuestro compromiso. En el PRI tenemos ese compromiso con la República, con sus instituciones, con la defensa de las libertades, con el desarrollo para todas y para todos los mexicanos.
Muchas gracias por su atención. ¡Esto es cuanto señora Presidenta!