Por Alberto Woolrich
Coneme / Un gran ataque agresivo y deliberadamente organizado se programó seguramente, por inconfesables intereses en contra de la muy honorable profesión de Licenciados en Derecho, por parte del Señor Licenciado Andrés Manuel López Obrador en su calidad de Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. El pretexto o motivación para tan artero y mísero comportamiento se centró en la supuesta defensa que pretendió hacer a la honorabilidad de su Cuarta Transformación de la República.
El furibundo mastín presidencial confundió a una de las profesiones más dignas que existen, que es entre otras la de la abogacía, con algunos de sus colaboradores que detentan tan histórica profesión y que por lamentable desgracia cuentan con experiencia en actos de corrupción. Don Andrés, ciertamente se encuentra muy equivocado, ya que no es idéntica la experiencia jurídica y moral de la Licenciatura en Derecho, con el hábito de ciertos Siervos de la Nación que colaboran con su gobierno, por sobre todo con el tal aquél que omite indagar a la narcopolítica.
Los cánones resultan diametralmente opuestos, entre la experiencia de su Fiscal General de la República y la experiencia de todos nosotros, que día a día, bregamos en contra de la corrupción que prevalece en nuestros recintos de justicia. Corrupción que por cierto Usted y Zaldivar han prometido combatir sin éxito. No son ni siquiera similares nuestros colores de las togas que portamos, las nuestras son de negro impecable y reluciente y las otras se encuentran grisáceas y percudidas por tanta deyección que se les pegó.
Por ello, aunque provengan de su tribuna mañanera los ataques a la abogacía, motivados por subterráneos e inconfesables intereses de la defensa a la narcopolítica, la verdad es que jamás podrán destruir nuestra misión de buscar justicia, como lo hubieran querido los defensores de la inmundicia, quienes siempre han sido y serán los togados corruptos que desprestigian a su Cuarta Transformación y antes al neoliberalismo culpable de ello. Nuestras togas de Licenciados en Derecho son y seguirán siendo inocentes de conductas negativas, de conductas delictivas, como pretendieron hacernos aparecer desde la Glorieta de Insurgentes, sede de una corrompida Fiscalía.
Debatamos el tema. Su Fiscal General de la República, el cuál dice ser independiente, miente, es un servil dependiente de cierto poder de facto que no ha querido investigar, con su comportamiento de omisión ha cometido gravísimos errores doctrinales, que nada tienen que ver con la defensa de la Constitución y con los supremos intereses de México. Tan es así que el narcopolitico más importante de la historia jurídica nacional, continúa en libertad y criticando su alta investidura como Presidente de México.
Luego entonces no somos los Licenciados en Derecho con experiencia los corruptos, sino sus vetustos colaboradores los únicos que tienen esas facultades que Usted pregona y que, obviamente aplica, después de escuchar los argumentos del Siervo de la Nación en entredicho. Tan es así que, según la Academia de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México, A.C., el propio Fiscal General de la República pretende justificar su omisión a indagar lo que protege. Todo ello lleva a concluir a la abogacía independiente de la República, sin dificultad alguna, que sus asesores le continúan mintiendo e impulsándolo para que su alta investidura desvaríe. Por todo lo expresado, a los Licenciados en Derecho, nos parece gratuitamente absurdo y mendaz que voces sin ninguna autoridad moral nos califiquen como corruptos y malos ejemplos de jóvenes abogados y que se persista en vano intento de seguir protegiendo a la narcopolítica.
Basta ya, Andrés Manuel, de pretender desacreditar a nuestra profesión, en un asunto jurídico que nada tiene que ver con un problema que sólo beneficia a México y su Justicia. Cuando se ataca frontalmente, debe contarse con razones fundadas, cuando estas no se tienen, lo lógico es callarse, si todavía se tiene un ápice de dignidad. Los Licenciados en Derecho con experiencia le sostenemos de frente a la Nación que tenemos la experiencia y las pruebas para meter en prisión a ese bribón dedicado a la narcopolítica.