Carlos Arizmendi

*Estos lugares prometen una aventura entre historia y paisajes de ensueño

Coneme / Las vacaciones de verano están a la vuelta de la esquina, y si quieres gozar de un destino deslumbrante con gran encanto histórico, no puedes dejar de ir a Guanajuato, pues además de ser conocido por su estilo colonial y su vibrante vida cultural, el estado posee cinco tesoros arqueológicos rodeados de espectaculares paisajes montañosos, ideales para adentrarse en el pasado ancestral de México.

Si aún tienes dudas de cuál visitar, aquí te contamos qué tiene cada una:

Plazuelas

Uno de los destinos arqueológicos más destacados de la región es Plazuelas, ubicado en el municipio de Pénjamo. Este complejo arqueológico data del período 400-900 d.C., y se trata de un escenario de siete edificios construidos sobre tres laderas que rodean una plaza, cuatro basamentos piramidales, más de mil petrograbados con diversos símbolos – que se cree están relacionados con el dios de la lluvia Tlaloc –, además de una cancha para el juego de pelota.

El lugar se localiza dentro de la sierra San Juan el Alto y cuenta con abundante vegetación, museo, estacionamiento, guardarropa – para hacer más cómoda la visita –, sanitarios, tienda de artesanías y establecimientos que venden fruta fresca, bebidas y comida típica de la localidad (disponible durante los fines de semana).

Ubicación: Carr. federal 90 tramo Irapuato-La Piedad, San Juan el Alto Plazuelas Pénjamo, Guanajuato.

Horario: martes a domingo de 10 a 17 hrs.

 Cañada de la Virgen

Con sede en el municipio de San Miguel de Allende, la Cañada de la Virgen es un rincón espiritual que se creó con el fin de observar distintos fenómenos astronómicos. Es un complejo de 16 hectáreas con cinco edificaciones que se combinan perfectamente con el entorno, ya que, al estar sobre una meseta, promete una vista panorámica única que asegura un fantástico testimonio de cómo los antiguos habitantes apreciaban y entendían el cosmos.

Este asentamiento fue habitado por la cultura otomí de 540 a.C . – 1050  y su función es de carácter ceremonial, en el que se contemplaba los cielos desde tres principales pirámides: Casa de los Trece Cielos (15 metros de altura y Templo Rojo en el que podrás ver un mural),  la Casa de la Noche más Larga (relacionada con el solsticio de invierno y escenario donde la noche es más extensa, debido a que el  desplazamiento del sol es más amplio) y Casa del Viento (estructura circular de un aproximado de 22 metros de diámetro en la que se ve un cuarto cuadrangular desde donde se puede ver el sol de frente); cada uno es especial para avistar los ciclos cósmicos y contemplar la ruta del sol debido a que  los  templos cuentan con alineación simétrica con los astros.

Ubicación: Carretera San Miguel de Allende Km. 10, San Miguel de Allende, Gto.

Horario: martes a domingo de 10 a 16 hrs.

Arroyo Seco

Reconocido como una de las concentraciones de arte rupestre más importantes del país, Arroyo Seco fue un espacio sagrado para nómadas chichimecas y centro de expresión de misioneros del siglo XVI. Visitar este punto valdrá totalmente la pena al ver las representaciones de la época en combinación con el panorama de valle y ecosistema semidesértico, que debe su nombre a que se localiza en el cauce de un río que permanece seco la mayor parte del año.

Este sitio cuenta con pinturas que datan del año 7000 a.C., pero que fueron intervenidas por distintas culturas hasta la colonización de Guanajuato, por lo que es posible admirar representaciones humanas haciendo caza, danzas y motivos zoomorfos como: zorros, coyotes, perros, venados, águilas, lagartijas, ranas, arañas, maíz y peyotes; así como iconografía vinculada con la religión como cruces, capillas y glosas; pintadas con minerales como la hematita para generar 15 tonalidades de rojo, goethita para amarillo, carbón para negro, calcita y dolomita para el color blanco.

Ubicación: 37928 Victoria, Guanajuato.

Horario: Martes a domingo de 10 a 17 hrs

 El Cóporo

El Cóporo, se encuentra en el municipio de Ocampo, un destino arqueológico que no debe pasarse por alto ya que se ubica entre un panorama de imponentes montañas y cañones profundos de la sierra de Santa Bárbara y San José del Torreón.

Los visitantes pueden explorar templos, plataformas y tumbas, mientras se sumergen en la grandeza de la civilización que una vez habitó estas tierras, puesto que es el único lugar abierto a visitantes en el que vivió la cultura Tunal Grande – entre 500 y 900 d.C. –.

Consta de una arquitectura de muros de adobe, terrados y bajareque; templos, habitaciones, plataformas, tumbas, fogones, recipiente de ofrenda, vasijas, grabados geométricos decorados con fauna, espirales circulares (que se relacionan con el agua) y espirales cuadradas (los cuales representan el fuego).

Desde las alturas podrás fotografiar vegetación de pinos, encinos y madroños, por un lado;  y contraste de valle semidesértico con cactáceas por el otro.

Ubicación: Junto a, San José del Torreón, Guanajuato

Horario: martes a domingo de 10 a 18 hrs.

Peralta

Uno de los centros ceremoniales más grandes de Guanajuato se halla en San José de Peralta, un majestuoso emplazamiento de pirámides y escalinatas de basalto negro, arcilla y fibras vegetales. Hasta el día de hoy no se ha logrado descifrar qué grupo ocupó el área, pero se cree que su auge fue entre los años 300 y 650 gracias a sus yacimientos de obsidiana y riolita.

Peralta posee varios recintos de diversos tamaños, plaza, templos, patios hundidos y un museo con piezas de la colección que se descubrieron en diferentes excavaciones en la zona arqueológica. Posee utensilios domésticos en los que destacan cerámica doméstica, cuchillos, collares, ollas decoradas, artículos de obsidiana y otros objetos de uso cotidiano de gran valor.

Los viajeros pueden sumergirse en la historia mientras exploran las ruinas y se deleitan con los horizontes de los alrededores.

Ubicación: Ramal de Carretera estatal Abasolo-Huanímaro, Col. San José de Peralta

Horario: martes a domingo de 10 a 17 hrs.

Cada uno de estos destinos es el hogar de colinas y valles llenos de plantas que resguardan importantes vestigios ancestrales que, además de ser sitios para capturar las mejores fotos, son paraísos de auténtico valor energético para conocer la historia de las civilizaciones prehispánicas.