Por Mar Buendía

*Ricardo Monreal lamenta la brecha entre la importancia de los pueblos originarios y la dolorosa realidad que afrontan  *Xóchitl Gálvez convocó a reflexionar en el foro “A 20 años de la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas”   

Coneme / En el marco de la conmemoración del “Día Internacional de la Lengua Materna”, senadores, funcionarios, especialistas, intérpretes, traductores y académicos evaluaron en el Senado de la República los alcances de la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, publicada el 13 de marzo de 2003.  

Durante el foro “A 20 años de la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas. Avances y pendientes”, al que convocó la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz, el presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal Ávila, destacó que en México se hablan 68 lenguas originarias que merecen ser reconocidas y respetadas.   

“Creemos que la apertura de oficinas de las procuradurías en los juzgados para la atención de la población indígena es prioritaria”, que es fundamental la formación de intérpretes y traductores en las entidades, así como la implementación de acciones para prevenir y erradicar la discriminación.  

Monreal Ávila lamentó que en México aún exista “una brecha dolorosa entre la enorme importancia que tienen los pueblos indígenas y afromexicanos en el país y la realidad que afrontan: falta de oportunidades, invisibilidad, exclusión y discriminación”.  

Reconoció que por mucho tiempo hablar una lengua originaria fue sinónimo de vergüenza, incluso se creyó que era un símbolo de atraso cultural o una característica de inferioridad, y el término dialecto se empleó para referirse a las lenguas indígenas, en un sentido peyorativo y ofensivo. 

Pero esto no debe de ser así, pues los pueblos y comunidades indígenas tienen todo el derecho, como cualquier ciudadano, a desarrollarse y a practicar con toda libertad su lengua materna, así como a comprender y ser comprendidos en cualquier situación de la vida.  

Con la expedición de la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, publicada en el 2003, refirió el senador, se reguló el reconocimiento y protección de los derechos lingüísticos individuales y colectivos de los pueblos y comunidades indígenas, así como la promoción del uso cotidiano y desarrollo de las lenguas indígenas.  

Y la semana pasada, continuó Ricardo Monreal, el Pleno del Senado aprobó por unanimidad una reforma que obliga al Estado a traducir a las diversas lenguas toda información institucional, lo que incluye las medidas sanitarias que se emitan en caso de emergencia.   

La presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas, Xóchitl Gálvez Ruiz comentó que hace 20 años se promulgó la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas y “hoy reflexionamos sobre su trascendencia para el reconocimiento de, quizá, el elemento más importante de la identidad cultural de las comunidades originarias”.  

De lo que se trata, indicó, es de sumar a las acciones que a nivel internacional se realizan para la preservación y conservación de la lengua materna de millones de personas en todo el Planeta.   

Gálvez Ruiz recordó que hace unos días, se aprobó una iniciativa del senador Monreal para que la traducción a las diversas lenguas de todo el material e información institucional sea obligada, en especial, sobre las medidas sanitarias.   

De esta manera, agregó, en el Senado nos sumamos a la cruzada para fortalecer las culturas y el alma de los pueblos indígenas, a través de la permanencia de la palabra de la lengua materna que da sustento a la nación mexicana.  

Nestora Salgado García, senadora de Morena, consideró indispensable construir instrumentos legislativos y de política pública, que preserven la diversidad lingüística que existe en el país, pues de las 68 lenguas originarias, 23 están en riesgo de extinción.   

Abida Islam, embajadora de Bangladesh en México, señaló que su país ha celebrado, por 71 años, el “Día de los Mártires de la Lengua”, debido a la lucha de estudiantes que sacrificaron sus vidas para proteger la dignidad del idioma bengalí, que ahora es la lengua estatal de dicha nación.  

La pérdida de una lengua, subrayó, equivale a perder identidad, diversidad y parte de la historia humana, ya que trae consigo la conciencia de las tradiciones lingüísticas y culturales. “Es nuestra responsabilidad colectiva protegerlas y preservarlas de la extinción”. 

Bertha Dimas Huacuz, representante del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, reiteró que México tiene la obligación de recuperar y revitalizar las lenguas indígenas nacionales. Además, aseveró que la sociedad debe actuar decididamente y preservar los conocimientos que emanan de los pueblos y comunidades originarios.