Por Alfredo Martínez de Aguilar

  • Indispensable y obligado es intentar buscar un símbolo, si no de unidad, difícil de alcanzar, sí
    de unión, entre todos los oaxaqueños de los diversos sectores sociales del pueblo y el gobierno.
  • Conscientes de ello, debemos rendir homenaje a nuestros muertos y entre ellos de manera
    especial a médicos, enfermeras y demás personal de salud, contagiado por el virus del Covid-19.

Con pleno optimismo, fincado en la fe y esperanza en un mundo mejor, por el que luchamos a
diario, convencidos estamos que las peores adversidades dejan grandes lecciones de vida.
La crisis humanitaria planetaria, provocada por la pandemia global del nuevo coronavirus Covid-19
es, como toda crisis, una gran oportunidad de crecimiento y desarrollo personal, familiar y social.
Y si uno de los mayores problemas entre los oaxaqueños es la división y la confrontación, por la
desunión por razones político-ideológico-partidistas, sonó la hora de revertir esta dinámica social.
Indispensable y obligado es intentar buscar un símbolo, si no de unidad, difícil de alcanzar, sí de
unión, entre todos los oaxaqueños de los diversos sectores sociales del pueblo y el gobierno.
Conscientes de ello, debemos rendir homenaje a nuestros muertos y entre ellos de manera
especial a médicos, enfermeras y demás personal de salud, contagiado por el virus del Covid-19.
Son los trabajadores del sistema nacional y estatal de salud, quienes en una acción heroica,
verdaderamente, sacrifican literalmente su vida por la de sus pacientes contagiados del Covid.
En México la tasa de contagio entre el personal de salud es seis veces mayor que en China y el
doble que en Italia; el personal de salud se muere cinco veces más que en Estados Unidos.
A cinco meses del arranque de la pandemia en la entidad, hasta el 18 de agosto los Servicios de
Salud de Oaxaca (SSO) informan que suman 2119 trabajadores del sector Salud contagiados.
Los casos positivos a la prueba de Covid-19, son 657 médicos, 863 profesionales de enfermería, y
599 trabajadores de otros perfiles, laboratoristas, químicos, o personal administrativo.
A la fecha el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades Respiratorias (SISVER) revela
que han muerto 28 trabajadores de salud, 15 médicos, 4 enfermeras y 9 de otros perfiles.
Una parte de los contagios y muertes por el virus del Covid entre el personal sanitario en el país se
debe a la exposición a una gran carga viral durante largos periodos, según se ha informado.
Otra parte se debe a la falta de insumos de protección, como son los cubrebocas N95, en virtud
que la autoridad sanitaria federal sólo entregó a nivel nacional un tercio de los necesarios.
En gran medida los contagios y decesos son producto de una deficiente capacitación e insuficiente
entrenamiento para que el personal de salubridad sepa cómo cuidarse y prevenir el contagio.
Y al lado de los demás hijos del pueblo, hombres y mujeres, bien valdría la pena un espacio
dedicado a los periodistas que han muerto por informar, víctimas del coronavirus SARS-CoV-2.
La muerte de unos y otros debe sensibilizarnos a todos, porque sin hacer periodismo necrofílico,
sino realismo periodístico, la muerte golpea cada día a más familias mexicanas y oaxaqueñas.
Pero de manera particular están obligadas a sensibilizarse las autoridades de los tres órdenes de
gobierno, federal, estatal y municipal, y ante el dolor de la muerte buscar la unión en el país.
Es una cruda, cruel y descarnada realidad frente a la cual no debemos cerrar los ojos o voltear
hacia otro lado intentando negarla a riesgo de incurrir en el peor error frente a la pandemia.
De manera respetuosa proponemos al Gobernador Alejandro Murat Hinojosa y al Presidente
Municipal Oswaldo García Criollo rendir homenaje a la memoria de los muertos por Covid-19.

Por tal motivo, sugerimos construir un Memorial en el que aparezcan los nombres de todos los
hombres y mujeres fallecidos por la pandemia del nuevo coronavirus, sin exclusión de nadie.
Necesitamos preservar la memoria histórica para que las nuevas generaciones de oaxaqueños
revaloren la vida, la libertad y la dignidad humanas, y jamás olviden a sus familiares y amigos.
Los supervivientes de la hecatombe viral del SARS-CoV-2-COVID-19 jamás deben olvidar a quienes
no tuvieron la oportunidad de sobrevivir al tiempo de la gran tribulación epidemiológica.
No es, de ninguna manera, una propuesta jalada de los pelos, por el contrario, es un testimonio
histórico de gratitud con el personal de salud y de solidaridad con periodistas y todos los muertos.
Confiamos en la visión y sensibilidad, generosidad y solidaridad, humana y política del
Gobernador Alejandro Murat Hinojosa y del Presidente Municipal Oswaldo García Jarquín.
Nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos merecen contar con un testimonio histórico que les
permita recordar que sin egoísmo ni mezquindades no nos olvidamos de las víctimas del Covid-19.
Al perder a familiares y amigos-hermanos debemos motivarnos a intentar cerrar filas ante el dolor
y buscar la unión frente al virus que llegó para quedarse y que seguirá cobrando más víctimas.
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@efektoaguila