Por Dany García

*Compañía integrada por actrices, actores, artistas plásticos, músicos, antropólogos y cineastas que siembran semillas en las artes 

Coneme / Teteutzin, que en náhuat significa semilla pequeña, es el nombre de la compañía independiente cuyo trabajo se enfoca a las artes escénicas a través de la narración, el teatro de títeres, las máscaras y la pedagogía como herramientas creativas y de transformación social, comenta en entrevista Miguel Rodríguez. 

Codirigido por la duranguense Perla Mapula y el colombiano Miguel Rodríguez, Teteutzin nace en 2015 bajo el nombre de Miguel Rodríguez, teatro de títeres; tres años después, en el 2018, cambió de nombre a Teteutzin, Artes Vivas.

Desde entonces, la compañía funciona con un equipo multidisciplinario en donde participan artistas plásticos, músicos, antropólogos y cineastas bajo el lema “Semillitas que transforman vidas”.

Conscientes de la importancia y la trascendencia que tiene la educación artística en la formación del ser humano, no solamente de niñas y niños, sino de personas adultas, las y los adultos mayores, las sociedades y las comunidades, Perla y Miguel, junto con su equipo, se enfocan en tocar temas que son considerados tabú como: la muerte, la libertad, el duelo en la infancia, autoconocimiento, e incluso la política, dirigido de manera lúdica a las infancias.

Cuenta Miguel en entrevista que la sede principal es “Teteutzin Casa Taller”, un espacio que ofrece talleres de educación artística para niñas y niños de seis años en adelante “la casa está ubicada en la colonia Soto Guadalupe Rodríguez y cuenta con un foro polivalente para 40 asistentes y una biblioteca infantil donde realizamos nuestro círculo de lectura al que le llamamos el Festín de la imaginación”.

Dentro de las actividades en el taller está “El títere que llevamos dentro”, un proyecto de investigación, taller y conferencia demostrativa que tiene diferentes modalidades entre las que destaca “Formador de formadores”, dirigido a las y los maestros, psicólogos infantiles, pedagogos, líderes comunitarios y a quienes tengan vínculo con una comunidad o una población.

“Aquí les compartimos las técnicas de títeres que nosotros usamos para que creen su personaje a partir de huellas internas, cicatrices que tengan y que no hayan sanado; a partir de intereses, de miedos, de ilusiones, anhelos. Todo eso lo trabajamos en la experiencia y se materializa en títeres. Nosotros compartimos todas nuestras técnicas para que puedan implementarlo dentro de su trabajo, por eso se llama formador de formadores”.

Teteutzin, Artes Vivas es una compañía completamente independiente, sin embargo, que ha aplicado a convocatorias y estímulos, locales, regionales, estatales y federales, en donde han tenido la fortuna de ser dos veces beneficiados por el Programa de Estímulos y Desarrollo Artístico (PECDA-Durango), además de otros apoyos que les han ayudado a fortalecer las actividades que realizan en la Casa-Taller a favor de la niñez duranguense.

La compañía cuenta con más de 13 montajes profesionales en técnica de títeres en diferentes formatos y dimensiones, así como un cortometraje realizado completamente con títeres “nuestros montajes generalmente son adaptaciones de cuentos, historias populares o a partir de mitos y leyendas. Nos encargamos como equipo multidisciplinario de toda la puesta en escena, desde la dramaturgia, dirección, confección y la construcción de títeres”.

Cuenta que en 2019 tuvieron la fortuna de ser los ganadores de la Muestra Estatal de Teatro y el último estímulo que recibió la compañía fue la Beca de Jóvenes Creadores en la disciplina de teatro con la modalidad de dirección escénica.

Otro de los énfasis de la compañía, recalca Miguel Rodríguez, es el trabajo que realizan en comunidades, que se encuentran en la periferia o en las colonias en condiciones de vulnerabilidad, y mantienen interés en hacerlo con comunidades indígenas.

Teteutzin, Artes Vivas, de acuerdo con su cofundador, busca ser un espacio seguro para las infancias, un espacio de amor donde puedan verse a los ojos y escuchar, donde se puedan abrazar y donde el arte siga rompiendo fronteras, siga rompiendo estereotipos “gracias a los títeres encontramos un lenguaje y una posibilidad muy grande para lograr estos objetivos”.