Por Juan Lozano

*La Federación de Tablajeros del Estado de Hidalgo afirma que el consumo de carne ha disminuido 50% en los últimos seis meses, debido al aumento de los precios.

Coneme / Jesús Gutiérrez González; líder del ramo en el estado afirma que la inflación está generando aumento en el precio de la canasta básica, haciendo más difícil la situación para las familias.

Los constantes incrementos de todo el año en los precios de los productos de la canasta básica y otros alimentos, como el maíz, frijol, arroz y tortilla, repercute en la economía familiar y genera bajas considerables en las ventas en los centros de abasto de nuestro producto que se ha vuelto complicada la adquisición para las familias.

En entrevista Jesús Gutiérrez, aseguró que sin duda alguna la situación que viven las familias en el país es difícil, y eso se refleja en la caída estrepitosa en la comercialización de los cárnicos en el estado principalmente así mismo los incrementos a los productos de la canasta básica son cada vez más seguido y eso les perjudica porque mucha gente prefiere comprar otros productos.

Aunado a eso, apuntó que otro problema grave que tienen es con la venta informal en la vía pública como son los tianguis donde se venden cárnicos sin control, ya que la gente que compra en la calle no sabe lo que consumen en su casa, aparte que esa actividad es una competencia desleal para nosotros porque los vendedores informales no pagan impuestos ni cumplen con las normas sanitarias, como los que estamos establecidos en los mercados y en las colonias que tenemos gastos fijos como el pago de servicios como agua, luz, renta, empleados, seguro social y otras prestaciones, mientras que los informales gozan que nadie les diga nada.

la inflación que está viviendo México en este año aunado al aumento en los precios de los combustibles, fletes, canasta básica e insumos, está provocando que las familias estén comprando menos alimentos, como lo es la carne en el estado hay suficiente ganado para consumir, pero los precios están tan altos que la población ha empezado a comprar menos.

por lo mismo, dijo las ventas han retrocedido hasta en un 60 por ciento en lo que va del año, como un simple reflejo de la pérdida del poder adquisitivo, entonces la disminución en la demanda es porque la población ya no tiene para comprar carne.

todo empieza en el campo, en donde los productores de soya, maíz, sorgo y otros granos que sirven de alimentos les ha ido muy mal estos cuatro años, porque les quitaron los apoyos de gobierno, les negaron los créditos, mientras que los insumos, fertilizantes y pesticidas aumentaron hasta un 400 por ciento, dijo.

los consumidores piensan que somos los tablajeros los que establecemos esos aumentos en la carne, reconoció, cuando en realidad es una cadena que pareciera no tiene fin, porque para este cierre de año se teme un nuevo aumento en las tarifas de esos alimentos de entre un 10 y 20 por ciento.