Por Elizabeth Vaca

*Se les debe brindar las herramientas esenciales para cubrir con las etapas de transición, destaca el senador 

Coneme / El senador Rafael Espino de la Peña dijo que desde el Senado se tiene la obligación de apoyar a los productores del país, en la adopción y transición de sistemas de producción agroecológicos. 

La toma de decisiones legislativas, el destino del gasto público y la aplicación de normas restrictivas -enfatizó-, requieren de un análisis profundo, con disponibilidad de datos sobre los efectos colaterales de su aplicación. 

Advirtió que la ausencia de una práctica de cálculo en los efectos de cualquier política pública genera incertidumbre en la ciudadanía, le resta a la nación seguridad jurídica y merma la credibilidad. 

Por ello, agregó, en el Primer Parlamento abierto en materia de plaguicidas y fertilizantes se expresaron opiniones de diversa índole que trastoquen el muy importante tema de salud, así como el sector agrícola y su impacto económico. 

Expresó que, a la hora de impulsar este tipo de producción, se requiere de un esquema temporal que no ponga en riesgo el rendimiento de los cultivos y el bienestar de los agricultores, que permita el control de plagas y enfermedades. 

Se les deben brindar las herramientas esenciales para poder cubrir con estas etapas de transición, que posiblemente afectará el modelo total de producción que hasta ahora se ha adoptado. 

El campo mexicano, manifestó, responde a múltiples necesidades esenciales para el desarrollo económico de nuestro país, por eso, en este Parlamento, “se tratará un tema delicado, digno de análisis y comentarios”. 

Refirió que el sector agrícola mexicano es uno de los líderes en América Latina, ya que de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, es el centro de origen y domesticación del maíz, chile, cacao, de la vainilla, entre otros.  

 “México se sitúa en el lugar decimocuarto en ser el productor mundial de alimentos y el octavo país exportador de estos productos”, subrayó. 

Espino de la Peña destacó que actualmente se cuenta con una cadena de 12 tratados de libre comercio con 46 países, con un posible mercado de mil 479 millones de usuarios y con presencia en 160 países que consumen productos cultivados en nuestra nación. 

Subrayó que la relación entre la agroindustria y la economía del país es innegable, pues en el primer trimestre de 2022, el derrame del sector agrícola en México se situó en torno a los 356.781 millones de pesos, lo que representa 2.5 por ciento del total del Producto Interno Bruto de la Nación.