Por Jaime Arizmendi

*Atrae Movilización a Estudiantes de otras Unidades Médicas

Coneme / Con pancartas escritas a mano, con gritos y con los puños en alto, médicos internos o residentes de diversas áreas, inicialmente del Hospital 1º. de Octubre y luego de otros nosocomios de la zona norte de la ciudad de México, bloquearon vialidades de la región para exigir la inmediata liberación de su compañero Fernando Villalobos.

Mientras en esa misma zona donde casi confluyen las alcaldías Azcapotzalco y Gustavo A. Madero, los asaltos de personal médico, pacientes y familiares ocurren a cualquier hora del día y ni por equivocación aparece una patrulla; ahora resulta que el médico interno Fernando Agustín Villalobos Ramírez fue detenido el martes último por policías capitalinos.

El supuesto argumento para la “captura” del joven de 25 años de edad, fue que portaba una jeringa, torundas (bolitas de algodón) y otros sencillos implementos que se utilizan para la atención de los enfermos “propiedad del ISSSTE”; por lo que de inmediato fue trasladado ante la agencia del Ministerio Público de la Fiscalía General de Justicia que se ubica en la alcaldía Tacubaya.

Por ello, para reclamar la liberación de su compañero, decenas de médicos internos salieron ayer a bloquear la avenida Instituto Politécnico Nacional y la calle Colector, a las afueras del Hospital Regional 1º. de Octubre, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en la Ciudad de México, donde Fer es estudiante de pregrado.

Para este jueves, las manifestaciones de mujeres y hombres vestidos de blanco sumaron ya cientos de jóvenes que incluso tomaron otras vialidades como Insurgentes Norte, Montevideo y Politécnico Nacional, con sus pancartas en mano y la consigna en redes sociales, que crece como espuma en el mar: #JusticiaParaFer #MedicosInternos.

En esas singulares protestas que también muestran otras consignas: “Si porto material, es porque trabajo con él»; «Somos médicos, no delincuentes»; «Sin Fer, no hay MiPs»; y «Soy interno, no esclavo ni ratero».