Por: Efraín Flores Maldonado, Doctor en Ciencias de la Educación.
Coneme / Con especial aprecio a mi estimado amigo, Dr. Emilio Vizarretea Rosales.
El 3 de mayo de 1579, el Rey Felipe II designó a Martin de Olivares “Correo Mayor de la Nueva España” .
Es el Virrey Martin de Almanza, quien lo instala en 1580.
Las Ordenanzas de Correos, dictadas por la Corona en 1762, ordenan establecer buzones en todas las veredas de las rutas postales, a efecto de que ahí se depositaran las cartas que venían de una ciudad a otra.
Tanto en la península Ibérica como en esta Nueva España del Mar Océano, el Servicio de Correos nació en manos de particulares y así permaneció durante 187 años, siendo un oficio vendible.
El ultimo Correo Mayor fue Don Antonio Méndez, quien el 1 de julio de 1766, lo entregó al Gobierno Colonial a efecto de que pasara a prestarse como un servicio público.
Siendo Presidente de México Guadalupe Victoria, se emite un decreto el 31 de enero de 1828 para establecer un correo entre Oaxaca y Acapulco “por el camino de Ometepec rumbo al pueblo de Ayutla”.
El 14 de mayo de 1890, el Presidente Porfirio Díaz, emite un nuevo decreto que en su artículo primero, establece en el puerto de Acapulco una Administración Principal del Timbre.
En 1901, el dictador Oaxaqueño crea a nivel nacional la Dirección General de Correos.
El 31 de julio de 1903 inician las actividades del correo internacional desde Acapulco con varias ciudades chilenas.
Ese mismo año también desde el puerto de Acapulco con las Oficinas de Correos de Venezuela, Uruguay, Guayaquil, Ecuador y San Salvador.
En 1904 con Brasil, Colombia, Perú, Paraguay.
En 1905 con Bolivia.
El 23 de julio de 1908, el Secretario de Hacienda y Crédito Público José Ives Limantour, establece un Decreto que en artículo único, destina al Servicio de Correos, la casa número uno de la calle Guerrero de Acapulco, “que fue adquirida por el Gobierno”.
En 1910 se autoriza el Servicio de Giros Postales a las oficinas de correos guerrerenses de Olinalá y Tetipac.
El 20 de agosto de 1986, el presidente Miguel de la Madrid Hurtado, crea por Decreto el Servicio Postal Mexicano.
Distintos eventos científicos y descubrimientos tecnológicos, han venido transformando el sentido de las comunicaciones en México.
El Servicio de Correos y de Telégrafos que han estado en la génesis de dichos servicios, han ido perdiendo vigencia.
Los servicios digitales están siendo la novedad; las cartas personales y familiares prácticamente están despareciendo, siendo sustituidas por mensajes de texto telefónicos y correos electrónicos.
El correo y el telégrafo históricos, se encuentran en larga agonía.