Mtra. Graciela Báez Ricárdez*
Coneme / El proceso de toma de decisiones de los gobernantes ya sea para resolver un conflicto social o una cuestión urbana, no había sido objeto de estudio hasta hace apenas setenta años que surge en los Estados Unidos de la postguerra y llega a México hacia la década de los ochenta. De entonces hasta ahora, la sociedad se ha sofisticado, se ha vuelto más compleja e incluso sufre procesos complicados como lo es la adaptación a innovaciones tecnológicas o a la globalización económica.
En este “nuevo” contexto, las políticas públicas cobran mayor importancia y en particular en sociedades democráticas que entregan su confianza, para la resolución de problemas públicos, a los candidatos por quienes votan en las urnas. Por tanto, en la medida que la toma de decisiones de los gobernantes no cumpla con las expectativas de sus votantes, no sólo se desgastan los gobernantes y las instituciones, sino también la democracia. La frase de Theodore Roosevelt no puede ser más atinada: “Una gran democracia debe progresar o pronto dejará de ser o grande o democracia”.
La forma de progresar es resolviendo problemas públicos de forma efectiva y eficiente. El académico norteamericano Harold D. Lasswell fue el primero en articular el uso formal del concepto “ciencias de las políticas” y en definir lo que implicaba ese enfoque del gobierno, es decir, lo que constituía observar, analizar y evaluar el proceso de toma de decisiones del gobierno y al que le reconoce tres atributos, a saber: La contextualidad.
Las decisiones no se toman de manera aislada, están siempre inmersas en un contexto particular. Una política pública exitosa en un cierto contexto, puede ser un fracaso en otro. La orientación hacia problemas. Una acción o conjunto de acciones puede considerarse como política pública si está orientada a identificar y resolver un problema público concreto. La diversidad en el uso y aplicación de teorías y métodos.
El estudio de las políticas públicas es multidisciplinario, pluri-teórico y multi-metodológico, pues al identificar un problema concreto, se tocan muchos ejes que convergen. En este contexto, se puede definir “política pública” como aquella acción o conjunto de acciones dirigidas a resolver un problema público concreto, en tanto dichas acciones sean el producto de un proceso racional y sistemático de al menos lo siguiente: identificación de un problema público, consideración de un cierto contexto político y la elaboración de un diagnóstico a partir del cual se determinan soluciones a implementar en un cierto periodo. Cabe destacar el interés último de Lasswell en la concepción y desarrollo de su trabajo académico: Poner un límite a quienes ejercen el poder, inyectarle racionalidad al proceso de toma de decisiones para la solución de problemas públicos, a fin de continuar el camino del fortalecimiento de la democracia norteamericana.
Para Lasswell el objeto de estudio de las políticas públicas debe ser la resolución de los grandes problemas de los hombres y mujeres en sociedad, más que de temas de coyuntura o de percepción. El político y/o el funcionario público debe enfocar sus capacidades, recursos humanos y financieros en la identificación y diagnóstico de un problema público concreto y en la implementación de su solución; por su parte, los académicos estudiosos de las políticas públicas, deben enfocar su atención a analizar y evaluar el proceso de toma de decisiones para la elaboración de dicho diagnóstico y la implementación de la solución.
Cabe destacar que, para el caso de México y también para cada una de las 32 entidades que lo conforman, la formación de funcionarios públicos en el diagnóstico, implementación, evaluación y análisis de políticas públicas tiene poco tiempo y es escaso. Si bien existen varias universidades que brindan planes de estudio de licenciatura y postgrado en ciencias políticas, administración pública o políticas públicas, el país no cuenta con una Escuela Nacional de Administración Pública, sin embargo, la Escuela de Administración Pública de la CDMX, creada en 2008 por el entonces Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, ya es un avance significativo en aras de formar funcionarios públicos con capacidad de tomar decisiones racionales para resolver problemas públicos en beneficio de la nación y de todos sus ciudadanos.
*Secretaria General de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.