Por Daniel Gómez Trejo
*Adoptar una posición débil, atenta contra el principio básico de las relaciones internacionales de México: Mariana Gómez del Campo
*México no puede permanecer en silencio ante las atrocidades de la guerra y las funestas consecuencias para la población civil afectada en este conflicto
*Exigimos al presidente Andrés Manuel López Obrador que respete la Constitución y condene sin matices la invasión unilateral que ha hecho Rusia en contra de Ucrania
Coneme / Ante la invasión decidida por parte del Presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, en contra de Ucrania, el Partido Acción Nacional está convencido de que México requiere tener una posición firme y de conformidad con lo que establece nuestra Constitución y el Derecho Internacional.
Ante la injusticia, no cabe la neutralidad ni la equidistancia. Adoptar una posición débil, tibia, titubeante, que intenta quedar bien con ambas partes en conflicto, como ha hecho el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, atenta contra el principio básico rector de las relaciones internacionales de México, especialmente la defensa y promoción de los derechos humanos.
Asimismo, va en contra de la proscripción del uso de la amenaza y la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, como establece la Carta de las Naciones Unidas, organismo del que México es, en estos momentos, miembro de su Consejo de Seguridad.
La invasión, que ya tuvo como resultado la pérdida de vidas humanas, es un claro atentado a los derechos humanos, además de que contraviene los principios de nuestra política exterior.
México no puede permanecer en silencio ante las atrocidades de la guerra, las funestas consecuencias para la población civil afectada en este conflicto, y la actitud beligerante y unilateral de un Estado, en este caso la Federación Rusa.
Exigimos al presidente Andrés Manuel López Obrador que respete la Constitución y condene sin matices la invasión unilateral que ha hecho Rusia en contra de Ucrania.
No debemos olvidar que nuestro país tiene un compromiso por contribuir al mantenimiento de la paz y seguridad internacionales. Ese compromiso está por encima de cualquier cálculo político o geoestratégico.
México no puede ser aliado, ni activo ni pasivo, de regímenes que abusan del uso de la fuerza y buscan imponerse por encima de la ley, la justicia y los derechos humanos.