Por Dany García
- El proyecto “Punto y mirada territorial de las juventudes en 5 regiones de Chiapas a través del esténcil”, es una iniciativa beneficiada por el Pecda 2021
Coneme / Con el objetivo de crear espacios de diálogo entre las y los jóvenes chiapanecos y sus comunidades, a través de la intervención de espacios públicos para la elaboración de murales, Daniel Castillo Valencia pondrá en marcha el proyecto “Punto y mirada territorial de las juventudes en 5 regiones de Chiapas a través del esténcil”.
Esta iniciativa, que fue beneficiada por el Programa de Estímulos a la Creación y al Desarrollo Artístico (Pecda) 2021, busca plasmar en cada uno de los espacios seleccionados la cosmovisión de las juventudes que radican en esas comunidades. Arrancará a finales de enero 2022, con la intervención de espacios en la región fronteriza entre Chiapas y Guatemala, específicamente en el ejido 11 de abril del municipio Unión Juárez, Chiapas, comenta en entrevista Castillo Valencia.
“Ya tenemos actores sociales trabajando previamente con las y los jóvenes de la localidad; ellos me ayudan a convocar a los participantes y a organizarles, para que cuando lleguemos al lugar podamos comenzar a establecer la forma de trabajo”, explica.
Daniel Castillo, quien es el creador del proyecto, egresado de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, explica que, al ser un trabajo comunitario, antes de realizar los murales, se organizan talleres y pláticas con las y los jóvenes de cada localidad, proceso que dura entre dos y tres meses.
“Buscamos que quienes participan tengan un proceso de sensibilización con su espacio, su territorio y que, a partir de los usos, costumbres y tradiciones propios de su comunidad, realicen su obra artística”, señala.
No solo eso, el trabajo de Castillo Valencia inicia meses antes, toda vez que realiza un trabajo de investigación para conocer los poblados, elegir el espacio a intervenir y conocer a las y los habitantes.
“Para mí no es solo llegar a hacer el mural, sino más bien lo que queremos es generar una dinámica a partir de la gráfica; por ejemplo, algunos de los dibujos que se realizan para el mural estarán plasmados en playeras que se repartirán entre quienes participen, esto como una forma de identificación con el proyecto”, dice.
El artista señala que, luego de iniciar los trabajos en la comunidad de 11 de abril, se trasladará a José Terán en Tuxtla Gutiérrez, que será la representante de la región centro. El proyecto llegará también a la región de la Costa, específicamente en la comunidad de Puerto Arista, en el municipio de Tonalá; la región de la Selva, representada por el ejido de Nuevo Paraíso, en el municipio de La Concordia, y la región de los Altos, en la comunidad de San Juan Chamula, municipio de Chamula.
“Cada lugar guarda características únicas; en la región de la Costa hay fauna y flora distinta a la de la Selva y la manera en que los pobladores la perciben y la atesoran es única; en San José Terán, por ejemplo, los viejos se dedican al campo y los jóvenes, desde que son niños, se les inculca el trabajo de campo, y eso es justo lo que buscamos plasmar en los murales; es una mirada de cómo perciben los jóvenes su entorno y su comunidad”, afirma Castillo Valencia.
Además de este proyecto, el artista chiapaneco ha trabajado desde hace siete años en diversos proyectos de muralismo comunitario. En 2015, en comunidades fronterizas de Chiapas y Guatemala realizó un par de murales colaborativos titulados Si en el cielo no hay fronteras, que en la tierra nada nos detenga. Ese mismo año, en colaboración con la artista Michelle Angela Ortiz, realizó dos murales con comunidades mazahuas y otomíes, en la Ciudad de México. Años después, en 2019 ejecutó el proyecto “El lugar que habitamos: Murales comunitarios en el barrio de San Roque, en Tuxtla Gutiérrez”.