Por María Esther Beltrán Martínez / Corresponsal
Córdoba, España. – Este año son cincuenta y seis patios que compiten en Córdoba, al cumplirse cien años del primer concurso. Son cientos de visitantes que tienen el honor de visitar las casas que abren sus puertas para entrar a los patios donde se encuentra la belleza de la Naturaleza que da la bienvenida con su diversidad de colores y olores.
Debido a la pandemia del Covid 19 las visitas son muy controladas y con medidas de seguridad, la toma de temperatura, el uso del gel y el número de personas es controlado según sea el tamaño de cada espacio.
Los visitantes entran a las casas de los cordobeses para disfrutar de la belleza de sus patios, cada uno con su peculiar decoración y géneros diferentes de vegetación.
Se cumplen cien años del primer concurso municipal de patios, balcones y escaparates. El concurso obligaba a los recintos participantes a permanecer adornados del 24 al 26 de mayo durante la feria. El primer premio fue de 100 pesetas, lo ganó el patio de la calle empedrada 8, en el año de 1921.
En el Diario de Córdoba, informaban que “debajo de una parra una numerosa colección de macetas con flores típicas de los antiguos patios y huertos cordobeses, sin que falten entre ellas los dompedros; en el fondo un cenador de follaje; semioculta en él una fuente formada con riscos y conchas; y en el fondo una muñeca vestida con traje de andaluza”, un decorado que complementan “cuadros con tipos y escenas andaluzas y con retratos de personalidades ilustres y jaulas con pájaros”. Toda una mezcla de elementos artificiosos que recargaban la belleza natural del patio.
El festival de los patios es un conjunto con el arte flamenco, el universo floral y el vivo reflejo de los patios en la literatura, el arte, la fotografía y el periodismo. A lo largo del tiempo se ha mantenido viva la tradición donde la exposición del trabajo que realizan durante todo el año se ve admirado por visitantes que dan un nítido reconocimiento a propietarios y cuidadores que mantienen viva esta tradición, abriendo las puertas de sus casas a cordobeses y visitantes de todo el mundo.
Es una fiesta única que desde el 2012 ostenta la declaración por la UNESCO del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad la primera vez que se celebró visitar los patios fue en mayo de 1921 hace un siglo.
Es importante señalar que las primeras casas con patios según informa el arquitecto español, Arturo Ramírez Laguna se remontan al 3200 antes de Cristo, localizadas en las ciudades-estados de Mesopotamia. Su emplazamiento al aire libre permitía encender fogatas para cocinar, y a su alrededor se situaban los dormitorios y almacenes. “Córdoba conserva algunos ejemplos de los patios romanos. Uno se excavó en el sótano del hotel Hospes Bailío, visible bajo el suelo transparente del comedor, con peristilos de gruesas columnas. Otro se encuentra en la calle El Algarrobo esquina a los chopos, y permaneció a la villa a una villa excavada en aquel lugar, en el que se aprecia las huellas arqueológicas de una fuente central, el andén perimetral de mosaicos y peristido, que conserva las zapatas de sus doce columnas y una basa”.
Y el patio de la casa árabe “estaba empedrado y disponía del pozo con brocal cerámico, pila de lavar y, en ocasiones una fuente central; rodeada de naranjos, granados, limoneros y otros árboles frutales, no soliendo faltar casi nunca la sombra de una parra”, según el arquitecto José Luis de López.
Alrededor se extendían “los arriates, cuajados de flores y plantas aromáticas, como el jazmín y la dama de noche, que se regaban mediante canalillos de agua. Así pues, son los musulmanes los creadores del genuino patio cordobés, a partir de la casa romana heredada. En Medina Azahara perviven patios de época califal, conocidos como de los Pilares y de la Alberca. Pero el gran patio musulmán por su origen es las abluciones de la antigua Mezquita aljama, hoy Patio de los Naranjos considerada el rey de los patios cordobeses”. Este patio se encuentra en la Mezquita Catedral de Córdoba.
Los concursos de los patios han sobrevivido al tiempo. Desde la transición de 1925 y 1929 con cruces en los patios, asimismo el concurso en la República que se celebró en 1921, el concurso en la posguerra y el impulso de Antonio Cruz Conde que ves de 1951 a 1962 en donde da un gran inicio para que los el concurso de patios se vuelva algo muy especial. Los últimos años del franquismo también se pueden tener todavía información y con la democracia es cuándo empieza a subir la participación de estos concursos. Se tiene también constancia que desde el 2002 los premios ya se pagarían en euros.
Sin duda pues es una de las tradiciones más bellas que tiene Córdoba y se nota al visitar los patios que cada vez son más constantes y que recaban premios por su trabajo de adornos y se reconoce con sus vergeles de colores y aromas punto y aparte sin duda los artistas han formado también un modo de difundir estos patios como el pintor Julio Romero de Torres. Y se suman los escritores que toman inspiración en los patios para transmitir su poesía y narrativa al mundo entero. Sin duda visitar los patios cordobeses es una experiencia que si viaja a Andalucía debe vivirla.