Por Elizabeth Hernández
-La progresividad en la protección de los derechos humanos de las mujeres es irreversible y todos los poderes del estado deben ajustar la realidad política, social y legal
Coneme / La construcción de una agenda de género, de derechos humanos, no discriminación, igualdad y legislativa, es una de las tareas en las que desde el inicio de la administración se ha concertado con distintas unidades de estado en el Gobierno que encabeza Cuauhtémoc Blanco Bravo.
Acciones impulsadas desde la mesa de armonización legislativa, perteneciente al Sistema Estatal para Prevenir, Atender, Sancionar, Erradicar la Violencia contra las Mujeres (SEPASE), implican el trabajo en proyectos en materia legislativa de género y derechos humanos, que impacten en una adecuación del marco normativo para atender recomendaciones internacionales, obligaciones convencionales y con base en las necesidades identificadas, han sido ejecutadas con la vinculación de varias unidades de estado y poderes.
Asimismo, dentro del Programa para la Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres (PEPASE), se encuentran contempladas estrategias que permiten la articulación de estado que abonan directamente el campo legislativo y en el eje sancionador.
En este sentido y tal y como se asumió el compromiso con el Congreso del Estado, en la reciente instalación de la Comisión de Igualdad de Género, se continuará fortaleciendo el trabajo en pro de garantizar los derechos humanos de las mujeres, con el firme propósito de conseguir la igualdad formal y sustantiva por la que tanto han luchado por décadas. La progresividad en la protección de los derechos humanos de las mujeres es irreversible y todos los poderes del estado deben ajustar la realidad política, social y legal.