De la redacción

Coneme /El Coordinador Nacional del Partido del Trabajo, Alberto Anaya Gutiérrez, condenó enérgicamente el trato inhumano y de ‘delincuentes’ del cual son objeto los migrantes deportados por parte del gobierno de Estados Unidos.

Al respecto, el también senador y presidente de la Comisión de Asuntos Migratorios en la Cámara alta, consideró que el maltrato ejercido contra inmigrantes deportados atenta contra sus derechos humanos, por lo que, adelantó, propondrá un punto de acuerdo para que el Senado, en el marco de sus atribuciones, realice una petición respetuosa al gobierno estadounidense a fin de evitar ese trato cruel.

“Recordemos que los migrantes indocumentados se han convertido en una mano de obra muy importante para Estados Unidos y con su trabajo aportan al Producto Interno Bruto (PIB) de la economía norteamericana”, resaltó.

Apoyamos la postura del gobierno de México encabezado por nuestra presidenta Claudia Sheinbaum, al establecer un grupo bilateral que trabaja el tema migratorio, a partir de la llamada que sostuvieron el canciller Juan Ramón de la Fuente y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, la semana pasada.

“Consideramos que el gobierno mexicano está actuando de forma adecuada para defender a los migrantes y reconocemos la posición de la presidenta de buscar una solución conjunta en torno al tema migratorio”, expuso el líder petista.

Asimismo, resaltó que en estos tiempos de zozobra para miles de indocumentados mexicanos, es necesario buscar la coordinación, el respeto mutuo y el diálogo entre ambas naciones.

Anaya Gutiérrez resaltó que según datos oficiales, alrededor de cuatro mil migrantes mexicanos ya fueron deportados tan sólo en la primera semana de la nueva administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, los cuales tendrán el apoyo del gobierno con los programas del Bienestar.

Por último, destacó que la única forma de contener el fenómeno migratorio es impulsar proyectos de desarrollo regional para que las personas tengan oportunidad de mejorar sus condiciones de vida y no se arriesguen por el llamado ‘sueño americano’.