Mario Iván B. Ruíz
*En el Día del Historiador, que se conmemora en México el 12 de septiembre, Antonio Benigno Rubial García afirma que esa disciplina es esencial para conocer el pasado, entender el presente y el mundo en que vivimos
Coneme / La historia nos permite crear puentes para tener la posibilidad de cambiar y de lograr una sociedad más justa y mejor para las generaciones futuras, enfatiza el profesor emérito del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM, Antonio Benigno Rubial García.
Su conocimiento es fundamental para tener conciencia del territorio donde se vive, a partir del punto de vista nacionalista, y porque la memoria del pasado es fundamental para darnos identidad, señala.
A propósito del Día del Historiador, que se celebra en México el 12 de septiembre, el experto asegura que es importante recordar en esta celebración que esa disciplina es esencial para entender nuestro presente, al mundo, saber cómo se ha desarrollado a lo largo de los siglos, y que la memoria histórica nos construye como individuos y como sociedad.
“Las conmemoraciones sirven para recordar, año con año, la importancia de nuestra disciplina. Muchos historiadores somos maestros e investigadores, tenemos una vocación de difusores de este conocimiento, y esas tres ramas las debemos rememorar en este día”, asevera Rubial García.
De acuerdo con el especialista, en el mundo actual los dirigentes prefieren a gente que no piense, que obedezca y no actúe, critique o cuestione. En cambio, tener conocimiento sobre el pasado nos hace seres críticos y ciudadanos difícilmente manipulables.
La conciencia crítica que genera la historia, y en general las humanidades, puede considerarse un peligro para los sistemas gobernantes, pues cuestiona las disposiciones, subraya el académico galardonado por el gobierno federal con el Premio Nacional de Artes y Literatura 2022 en Historia, Ciencias Sociales y Filosofía.
La historia comparada, prosigue, nos explica los riesgos que existen ante ciertos procesos o regímenes que se vivieron, y permite tener un equilibrio entre la necesaria historia nacionalista y la mirada y análisis hacia la de otras sociedades, culturas y naciones que nos permiten tener una conexión con la realidad propia y la de los demás.
Otra manera de ver el mundo
Rubial García apunta que, en general, en la escuela nos enseñan una visión deformada de la historia, la cual incluye demasiados datos, nombres y fechas, donde los personajes históricos se muestran como buenos y malos, héroes o villanos. Pero es más que eso: nos da identidad y fomenta la conciencia crítica, opina el universitario.
Estima que esa disciplina se puede observar a partir de dos puntos de vista: uno popular, de entretenimiento, a través de productos de los medios masivos de comunicación, por ejemplo series históricas y documentales que son inocuos, con datos, fechas, nombres y anécdotas que no llevan a ningún lado.
El otro es un entendimiento del presente a través del pasado, mediante la construcción de una conciencia crítica que permita enfrentar los retos del mundo actual y buscar soluciones, aunque no estén de acuerdo con el grupo en el poder.
En el contexto actual, Rubial García sugiere a los estudiantes leer y documentarse, evitar la tendencia del conocimiento simplificado y resumido que se presenta en internet y las redes sociales. Y menciona que en la UNAM se imparte la carrera de Historia en la FFyL, así como en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.
Cabe recordar que el objetivo del Día del Historiador es conmemorar la fundación de la Academia Mexicana de la Historia, que se llevó a cabo en 1919 impulsada por especialistas, entre ellos Luis González Obregón y Manuel Romero de Terreros, quienes eran miembros correspondientes de la Real de Madrid.