De la Redacción

Coneme / El sector energético es el principal responsable de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero en el mundo, lo que hace crucial la transición hacia energías renovables, para mitigar los efectos del cambio climático. Este proceso implica costos y oportunidades de crecimiento, y requiere mayores recursos fiscales, inversión privada, y la participación activa de la ciudadanía y las comunidades. Además, se debe considerar los derechos humanos, el medio ambiente, la reducción de la desigualdad y la viabilidad técnica y económica de los proyectos.

En 2023, los ingresos energéticos representaron el 22.2% de la recaudación; además Pemex y CFE generaron 207 mil 887 empleos directos. La transición energética en México debe ser justa, sostenible, e integrar aspectos económicos y sociales que aseguren la sostenibilidad financiera del país.

Aumenta uso de combustibles fósiles pese al potencial de energías limpias

México avanzó hacia una transición energética enfocada en reducir el uso de combustibles fósiles y aprovechar las energías renovables. Sin embargo, desde 2021 se impulsó el uso de combustibles fósiles en el sector energético, relegando las energías renovables, a pesar de que el país cuenta con un potencial estimado de 28 mil 588 Gigawatts en energía solar y eólica.

Desafíos en la implementación de políticas de transición energética

Los propios actores del sector apuntan que se requieren adecuaciones normativas para el impulso de la transición energética en el país dada la intermitencia de las energías renovables, los problemas de conectividad de las centrales, el almacenamiento de energía, los trámites para el desarrollo de proyectos en los 3 órdenes de gobierno y los escasos incentivos para impulsar la eficiencia energética, entre otros temas. Además, hace falta inversión en transmisión y personal calificado.

Pemex enfrenta incertidumbre ante la transición energética

En los últimos años, Pemex ha perdido relevancia en materia fiscal y de producción de hidrocarburos; y se espera que su contribución neta al gobierno federal en 2024 sea negativa. Además, sus ingresos futuros representan el 26.2% de la deuda total de Pemex en 2023. La producción de hidrocarburos ha disminuido 35.8% desde 2014 y las reservas de petróleo se agotarán en 12.4 años. Los planes de negocio con alternativas de bajo carbono resultan ser insuficientes, situando a Pemex como la onceava empresa petrolera estatal con mayor exposición a los riesgos de la transición energética.

CFE lejos de las metas para la transición energética.

Los subsidios a las tarifas eléctricas impiden que CFE cubra los costos de la generación de electricidad. De 2014 a 2024, ha existido, en promedio, un déficit de 4.0%, el cual ha provocado principalmente, el uso de deuda externa. La insuficiencia de recursos se ha visto reflejada también en la aprobación de proyectos de inversión, los cuales han disminuido en los últimos años; además que se han promovido inversiones en centrales hidroeléctricas pese a su pérdida de capacidad en generación. Por lo anterior, la generación de electricidad con energías limpias es de 24.3%, aún por debajo del objetivo de 35% para 2024.

 

Transferencias a Pemex equivalen al doble del presupuesto para medicamentos gratuitos

En 2024, el 93.4% del gasto de la SENER, CNH y CRE corresponde a inversiones financieras que SENER transfiere a Pemex para el pago de deuda, la refinería Dos Bocas y otros conceptos de refinerías, y no para proyectos de energías limpias. De 2019 a 2023, las aportaciones de capital a Pemex equivalen a casi duplicar el presupuesto del programa Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos. En contraste, el gasto en LitioMX representa solo el 0.006% del gasto de SENER y aún no está contemplado en la Ley ni en la Estrategia de Transición Energética. Es fundamental equilibrar las inversiones hacia proyectos que promuevan la transición energética para un futuro más sostenible.

Instrumentos fiscales pueden mejorar

El sistema fiscal utiliza distintos instrumentos que buscan 1) incentivar una transición energética justa, 2) penalizar malas prácticas en materia ambiental, y 3) generar ingresos que ayuden a financiar proyectos sustentables. Entre ellos, se encuentran el IEPS al carbono, bonos verdes, impuestos verdes subnacionales, entre otros. Pese a que dichos instrumentos, en su mayoría, fomentan proyectos sustentables y penalizan malas prácticas, no han representado una fuente de ingresos importante y enfrentan riesgos que limitan su efectividad.

Por más mujeres en el sector energético

La transición energética en México representa una oportunidad única para fortalecer el mercado laboral del sector, incluyendo la incorporación de más de 30 mil mujeres. Por lo anterior, es necesario abordar los pasivos pensionarios de las EPE para una distribución más equitativa de los recursos. Además, promover la formación y capacitación de fuerza laboral en nuevas energías, junto con inversiones en innovación posicionaría a México como líder en el campo. Esta transición no solo cierra brechas de acceso a la energía, sino que también fomenta una industria más inclusiva y sostenible.

Una transición justa para reducir la pobreza y mejorar la salud pública

En 2022, el 10.1% de los hogares en México se encontraban en situación de pobreza energética; lo que destaca la urgencia de una transición. Mejorar el acceso a la electricidad y combustibles limpios beneficiará a los más vulnerables. Este cambio a energías limpias, alineada con el ODS 7, no solo reduciría la pobreza energética, sino que también contribuiría a la salud pública al disminuir los gases de efecto invernadero y otras partículas contaminantes. Se estima que reducir la contaminación del aire podría evitar aproximadamente 48 mil 100 muertes anuales.

La transición es impostergable

La transición energética tiene el potencial de transformar la economía y la sociedad en su conjunto; es una oportunidad histórica para avanzar hacia un modelo de desarrollo más sostenible y equitativo. Con el compromiso adecuado y la implementación de políticas y estrategias efectivas, México puede posicionarse como un líder en la transición energética global.