Mario Iván B. Ruíz
*Se presenta en Tienda UNAM, ubicada en Ciudad Universitaria *Susana Magallón Puebla resaltó las acciones efectuadas en el IB con chinamperos de la zona para conservar el anfibio *Luis Zambrano González enfatizó que ese sitio de la Ciudad de México puede proporcionar 20 por ciento de alimento a los capitalinos
Coneme / La preservación de una especie no solamente depende de las acciones que realizamos para ella, sino de lo que hacemos para el ecosistema donde viven los organismos, afirmó la directora del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, Susana Magallón Puebla, en referencia a la exposición “Salvar al axolote para salvar a Xochimilco”.
El tema de la muestra forma parte de una de las vertientes de esta entidad académica: la restauración ecológica, dijo en la llamada Isla del Saber, ubicada al interior de Tienda UNAM, donde se presenta el proyecto.
La experta universitaria aseveró que la vinculación del IB -dedicado fundamentalmente al estudio de la biodiversidad- con los chinamperos locales es especial, pues además de brindarles apoyo para la venta de sus productos alimenticios, se relaciona con la conservación del anfibio en esa localidad.
Cabe mencionar que el ajolote (Ambystoma mexicanum) es endémico de México y está en peligro de extinción, principalmente por la destrucción que efectúa el ser humano a su hábitat mediante la urbanización, contaminación del agua e introducción de peces exóticos en los canales de Xochimilco.
En 1998 existían seis mil por kilómetro cuadrado, pero en 2014 solo había 34, se informa en la exposición, que forma parte de las acciones que realizan desde hace varios años el investigador titular del proyecto, Luis Zambrano González, y sus colaboradores del Laboratorio de Restauración Ecológica del IB, junto con chinamperos locales.
Luis Zambrano, también responsable del programa Adoptaxolotl, advirtió que, con el cambio climático y los actuales costos para traer productos alimenticios de otras regiones, en la capital del país tendremos dificultades de abasto.
En ese sentido, enfatizó: “Xochimilco nos puede dar 20 por ciento de alimento a los habitantes de la Ciudad de México si logramos reactivar el ecosistema y que los chinamperos sigan haciendo su trabajo”.
De acuerdo con el experto, los chinamperos, pese a que ha bajado su calidad de vida y la del ecosistema, producen comestibles que cuentan con la “Etiqueta chinampera” (ECHI), un distintivo de sus insumos agroecológicos libres de agroquímicos, generados con prácticas sustentables y tradicionales en las chinampas-refugio, los cuales se pueden adquirir en Tienda UNAM.
A su vez, el titular de la Dirección General de Servicios Administrativos de la Universidad Nacional, Gustavo González Bonilla, señaló que este tipo de actividades buscan difundir las labores que se realizan en esta casa de estudios y representan un beneficio social para la comunidad universitaria y público en general que visita ese supermercado.
En tanto, Pedro Capultitla, chinampero de Xochimilco, destacó las cualidades de los alimentos que producen, como su sabor, que es diferente y mejor a los que generalmente se comercializan, además de que cultivan con prácticas tradicionales. Por ello, pidió el apoyo de la sociedad para que consuman verdura proveniente de Xochimilco.
Técnicas ancestrales
En la exposición se explica que las chinampas-refugio son un modelo de restauración ecológica que busca la unión de la chinampería tradicional, la mejora de la calidad del agua y la conservación de la biodiversidad nativa de Xochimilco. Además, las hortalizas son cultivadas con técnicas ancestrales y amigables con el medio ambiente.
En los canales del lugar los ajolotes se pueden reproducir de manera libre, aunque en el siglo XVI vivían en todo el complejo lagunar que abarcaba los lagos de Texcoco, Xochimilco, Chalco y sus conexiones con los cuerpos de agua de Zumpango y Xaltocán.
Se destaca que es fundamental salvar al anfibio, que está en peligro de extinción, pese a que más de la mitad de las 33 especies reconocidas son solo de México.
También que la restauración del lago de Xochimilco y la conservación de su biodiversidad son de suma importancia para la futura reintroducción y preservación del ajolote mexicano.