Ángel Núñez
Coneme / TOLUCA, Edomex.- El Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales (ICAR) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) ha implementado con éxito un avanzado sistema de captación, purificación y potabilización de agua de lluvia, logrando cubrir el 80% de sus necesidades hídricas anuales.
Capacidad de Captación y Purificación
Humberto Thomé Ortiz, director del ICAR, detalla que el instituto cuenta con una infraestructura capaz de captar hasta 104 metros cúbicos de agua de lluvia, equivalentes a 104,000 litros. Además, se complementa con dos cisternas adicionales de 10,000 litros cada una. Este sistema no solo proporciona agua para el consumo humano sino también para los servicios generales y los laboratorios del instituto.
«Ubicados en una zona sin acceso a la red pública de agua, nos vimos en la necesidad de buscar soluciones sustentables para abastecernos», explica Thomé. El 20% restante del agua requerida por el ICAR proviene de pozos del campus, ayudando a mantener la movilidad del agua y sus características esenciales para el consumo humano.
Innovación en el Tratamiento del Agua
María de Lourdes Maya Salazar, investigadora del ICAR, señala que el sistema implementado incluye varias etapas de tratamiento. Comienza con un filtro que elimina colores, olores, sabores y pH, junto con otros contaminantes. Luego, el agua pasa por un filtro suavizador compuesto de resinas aniónicas y catiónicas, seguido de un sistema de ósmosis inversa que purifica el agua antes de ser almacenada temporalmente.
Este proceso asegura que el agua cumpla con los estándares de calidad establecidos por la Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA1-2021, que regula el agua para uso y consumo humano.
«Originalmente, el sistema se implementó solo para servicios sanitarios, pero hemos expandido su capacidad para proporcionar también agua potable y esterilizada para uso en laboratorios», añade Maya Salazar.
Conciencia y Cultura del Agua
El éxito del sistema de captación de agua de lluvia ha fomentado una cultura hídrica en la comunidad universitaria, promoviendo el uso responsable y eficiente del recurso. «Esta iniciativa no solo nos permite enfrentar la escasez de agua sino también reducir nuestra huella hídrica», comenta Thomé.
El sistema requiere solamente de dos a tres lluvias intensas para llenarse completamente, lo que asegura su funcionamiento continuo incluso en períodos de poca lluvia.
Hacia un Futuro Sustentable
«La captación de agua de lluvia representa una solución viable frente a la crisis hídrica actual», concluye Lourdes Maya. El ICAR se posiciona así como un líder en sostenibilidad hídrica dentro del ámbito académico.