Mario Iván B. Ruíz

Coneme / En el Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM se está llevando a cabo un proyecto para inventariar las antiguas tumbas mayas en México que están decoradas con pintura mural. La investigadora posdoctoral Liliana González Austria Noguez, responsable del estudio, ha identificado más de 25 de estas tumbas hasta el momento.

Estos sepulcros se encuentran en sitios arqueológicos como Palenque, Calakmul, Tikal, Río Azul, Caracol y K’akabish, en México, Guatemala y Belice, respectivamente. Datados desde el Preclásico Tardío hasta el Clásico Tardío (200 a.C. – 900 d.C.), estos murales mayormente bicromáticos muestran una solemnidad distintiva y están hechos principalmente con rojo proveniente del mineral cinabrio.

La investigadora destaca que, aunque tradicionalmente se asocia la tradición funeraria prehispánica con las tumbas zapotecas, la región maya también cuenta con numerosos ejemplos. Estos murales representan motivos variados, como montañas, agua, joyas y antepasados dinásticos, a menudo acompañados de textos jeroglíficos que proporcionan información sobre los individuos representados.

Debido a su naturaleza frágil y a menudo a la falta de registros detallados, la pintura mural en estas tumbas ha sido poco estudiada. González Austria busca cambiar esto mediante la realización de un inventario exhaustivo y experimentos para comprender mejor los materiales utilizados en estas obras.

Uno de los hallazgos destacados es la tumba del Templo XX sub de Palenque, descubierta por el Grupo de Las Cruces. Este mural, que data de alrededor de 2012, presenta figuras similares a las encontradas en la famosa tumba del rey Pakal en el Templo de las Inscripciones.

El proyecto no solo busca documentar estas tumbas, sino también preservarlas y difundir su existencia, ya que muchas veces se quedan relegadas en archivos sin recibir la atención que merecen. Con esta investigación, la UNAM demuestra su compromiso con la exploración y preservación del patrimonio cultural de México.