René Valadez

Coneme / En México, la presencia de ondas de calor es un fenómeno habitual que se extiende de marzo a julio. Estas condiciones climáticas son generadas por sistemas de alta presión atmosférica o anticiclónicos, que se posicionan en la atmósfera media sobre el país. Estos sistemas inhiben la formación de nubes y provocan un aumento en las temperaturas debido a la baja probabilidad de lluvia y la predominancia de cielos despejados o medio nublados.

Para el año 2024, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anticipa cinco ondas de calor significativas, distribuidas de la siguiente manera: una en marzo, otra en abril, dos en mayo y una más en junio. Es importante aclarar que el término «domo de calor», aunque popular en medios y redes sociales, no es oficialmente reconocido por la Organización Meteorológica Mundial (OMM). El SMN prefiere el término «onda de calor» para describir estos eventos, dado que el sistema de alta presión actúa como una tapadera, intensificando el calor bajo él.

Ante este escenario, se aconseja a la población adoptar medidas preventivas para mitigar los efectos de las altas temperaturas. Entre estas medidas se incluyen la hidratación continua, evitar la exposición prolongada al sol, y prestar especial atención a grupos vulnerables como los enfermos crónicos y los adultos mayores. Además, es crucial seguir las indicaciones del Sector Salud y de Protección Civil.

Para estar al tanto de los pronósticos diarios y entender mejor estos fenómenos, se recomienda consultar las fuentes oficiales del SMN a través de su página web, redes sociales, y la aplicación móvil ConaguaClima, que ofrece información detallada y actualizada por municipio.