Armando M. Cardenas
Coneme / El diputado Onel Ortíz Fragoso denunció los despidos masivos en el Senado, revelando que más de dos mil trabajadores de honorarios y de confianza serán despedidos a partir de abril, sin recibir compensación por sus seis años de trabajo. Este recorte laboral, que viola sus derechos laborales, tiene como objetivo financiar los finiquitos de los senadores que terminan su mandato en agosto, sumando mil trescientos millones de pesos.
Ortíz Fragoso criticó la falta de respeto a los derechos laborales y la subcontratación utilizada en el Senado, señalando el detrimento en los salarios de los trabajadores de honorarios y de confianza, especialmente los asesores parlamentarios. Destacó que el personal técnico y profesional es fundamental para el funcionamiento del Senado, pero su trabajo muchas veces no es reconocido.
El diputado recordó que, en nombre de la austeridad, el Senado eliminó beneficios laborales en 2018, pero luego despidió a un número importante de personal y redujo salarios sin evaluación previa. Criticó la falta de aumentos salariales y el desprecio por el trabajo intelectual, mientras los senadores dedican gran parte de su tiempo en tribuna a descalificaciones.
Los trabajadores afectados recibieron la noticia de que sus contratos terminarían en cuatro meses sin liquidación, justificado por el cierre de la administración en abril. Sin embargo, se cuestiona que los altos mandos del Senado permanecerán hasta agosto y recibirán liquidación si no continúan en la siguiente legislatura.
El tema ha generado inconformidades en los grupos parlamentarios, pero muchos senadores enfrentan la disyuntiva de hacer lo correcto y liquidar a sus colaboradores o beneficiarse con un buen finiquito. La decisión de figuras como Ricardo Monreal, Julen Rementeria, Manuel Añorve y otros será crucial, aunque algunos podrían optar por mantenerse en silencio en defensa de los derechos laborales.