De la Redacción
Coneme / El Sector Salud expresa su pesar por el reciente deceso de Bernabé L., paciente de 53 años, relacionado directamente con la gravedad de sus lesiones coronarias y la evolución natural de un infarto complicado. Es relevante señalar que este trágico suceso no guarda relación con el procedimiento llevado a cabo en la Unidad de Hemodinamia en días anteriores, según las conclusiones actuales.
Rigoberto Zamudio Meneses, al frente de esta dependencia, informa que el paciente, diabético e hipertenso descontrolado, experimentó un infarto agudo de miocardio en la cara inferior con cambios isquémicos desde el 13 de enero. Trasladado al Hospital IMSS-Bienestar de Tlaxcala “Lic. Anselmo Cervantes Hernández” el 15 de enero, se realizaron evaluaciones inmediatas de su salud.
Al día siguiente, se llevó a cabo una angiografía diagnóstica en la Unidad de Hemodinamia, evidenciando una extensa enfermedad en todas las arterias coronarias. Dada la gravedad de la situación, se determinó que la mejor opción terapéutica era una cirugía de corazón abierto (revascularización coronaria con triple bypass) en los próximos días.
Desafortunadamente, el jueves por la noche, el paciente presentó nuevamente dolor torácico y señales de un reinfarto inferior con falla cardiaca aguda y arritmia mortal. Cabe resaltar que el procedimiento realizado en la Unidad de Hemodinamia fue de índole diagnóstica, no terapéutica. La muerte del paciente está directamente relacionada con la gravedad de sus lesiones coronarias y la evolución natural de un infarto complicado, no con el procedimiento diagnóstico médico.
Es fundamental tener presente que los infartos que afectan la totalidad de las arterias coronarias presentan una mortalidad superior al 50% en la fase aguda, incluso con intervenciones quirúrgicas. La aparición de un reinfarto, una complicación grave, puede manifestarse tras un infarto agudo de miocardio en pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos cardiológicos.