Ángel Núñez
Coneme / El Estado de México, bajo el liderazgo de la Gobernadora Delfina Gómez Álvarez, se posiciona como el sexto productor nacional de nochebuena. Cerca de 20 hectáreas en seis municipios mexiquenses contribuyen al 5.2% de la producción nacional, abasteciendo mercados nacionales e internacionales.
En municipios como Atlacomulco, Malinalco, Ocuilan, Zumpahuacán, Texcoco y Donato Guerra, los productores anticipan una producción superior al millón de plantas. La comercialización se traducirá en una derrama económica estimada en más de 75 millones de pesos.
Flor María Suárez Juárez, productora de Zumpahuacán, ejemplifica el compromiso. Con 15 años dedicados al cultivo de nochebuena, destaca la labor en familia. El proceso, desde el desarrollo del macetón hasta el trasplante, es una tarea conjunta que inicia a las 06:30 horas y refleja una convivencia familiar única.
Una Historia con Raíces: La nochebuena, apreciada desde épocas prehispánicas, era cultivada por los aztecas y llevada a los jardines de Moctezuma. Conocida como cuetlaxóchitl, su uso ceremonial continuó con los franciscanos, quienes la llamaron «flor de nochebuena» por florecer en las festividades navideñas.
Flor María invita a conocer Zumpahuacán y sus tradiciones. Entre las variedades de nochebuena destacan Prestige Red, Festival, Freedom White y más. Contrario a la creencia popular, los tonos rojos son de las hojas, no de los pétalos, que se encuentran en el centro de la planta.
Este relato no solo resalta la importancia económica del cultivo, sino también la rica historia cultural detrás de cada nochebuena, reforzando la conexión de la comunidad con esta emblemática flor.