Por Mario Iván B. Ruíz
*Arturo Ortiz Wadgymar y Joaquín Flores Paredes coincidieron en señalar que nuestro país registra resultados favorables en este sector y hay similitudes para avanzar en el rubro de las energías limpias
Coneme / Las diferencias y conflictos en energía presentados en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se han magnificado y, contrario a lo que algunos pronosticaban, nuestro país cuenta hoy con una política energética más sólida, lo cual le permitirá enfrentar con éxito cualquier controversia, aseguró el coordinador de la Unidad de Investigación sobre Economía Mundial del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, Arturo Ortiz Wadgymar.
Durante la mesa redonda “El conflicto por la energía en el T-MEC”, el especialista en comercio internacional comentó: a pesar de la embestida patrocinada por empresas transnacionales en contra de la actual política -que se planteó como principal objetivo sacar de la crisis a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE)-, los resultados han sido positivos y la nación mexicana está a punto de alcanzar la autosuficiencia en producción de combustibles.
“Sin conocer detalles de la política energética presentada en 2019, los pseudoespecialistas a sueldo ya pronosticaban su fracaso y decían que Pemex no se podría salvar ni un año, pues tenía una deuda impagable de más de 100 mil millones de dólares, además de que resultaba muy costosa y lenta y se carecía de tecnologías para echar a andar las refinerías existentes, e incluso llegaron a decir que se trataba de estrategia fallida, pues en seis años ya nadie utilizaría gasolina, lo cual definitivamente les falló”.
De igual manera, añadió, esos grupos internacionales vaticinaron la quiebra de CFE al utilizar la bandera de las llamadas energías limpias, respaldaron a empresas como Iberdrola, líder en el ramo, pero en el fondo lo que defendían era la privatización del sector, llevando el tema ante los paneles de controversia del acuerdo comercial, en donde no han podido hacer nada.
Y resaltó: sin caer en triunfalismos, hay datos favorables en la política energética y aun cuando la exportación de petróleo continúa, la mayor parte se destina al mercado interno para producir gasolina, diésel, turbosina y otros petrolíferos que se pueden procesar aquí, sin necesidad de importar.
Estas acciones, sumadas a la reactivación de nuevas refinerías, han permitido que los precios de los combustibles y las tarifas no se incrementen, lo cual ha atenuado de manera significativa la inflación, apuntó.
Ortiz Wadgymar destacó que incluso cuando en nuestro país no se aprobó la reforma eléctrica en el marco del Tratado, hubo un acuerdo con EUA para construir parques ecológicos e impulsar la generación de energía.
El experto indicó que se trabaja en la energía eléctrica a través de las termoeléctricas, y hay solo tres que la generan mediante el uso de carbón; el objetivo es eliminar estas y se trabaja sobre la base de la energía solar. Pero el asunto es que son procesos que no se pueden hacer de la noche a la mañana.
Insistió en que la nueva política en dicho sector ha trastocado gran cantidad de intereses privados, que en el pasado obtuvieron prebendas que les dejaron ganancias millonarias. Es por ello que esas grandes compañías, que operaban como “un club de generadoras de energía”, interpusieron un sinnúmero de amparos, sin los cuales el crecimiento del país se habría duplicado.
Asunto magnificado
A su vez, el académico de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, Joaquín Flores Paredes, recordó que el tratado comercial en el ámbito energético, en su artículo 81 sobre este tema, reconoce el dominio directo y la propiedad inalienable y prescriptible de los Estados Unidos Mexicanos, en cuanto a hidrocarburos.
Según lo dispone el convenio, las partes confirman su respeto por la soberanía y su derecho a regular respecto a asuntos que tienen que ver con la energía, de conformidad con sus respectivas constituciones y derecho interno en pleno ejercicio de sus procesos democráticos.
Para el especialista universitario el conflicto en el seno del T-MEC se ha magnificado porque a la fecha ni siquiera hay noticias de la instalación del panel, además de que existe la opción de convenir políticamente.
Hay que recordar que México y Canadá también han interpuesto la controversia por las reglas de origen en el sector automotriz en contra de Estados Unidos, es decir, la negociación puede ser por este lado.
Flores Paredes subrayó además que en esta divergencia las empresas extranjeras españolas fueron las que iniciaron la campaña para detener las reformas y presionaron, a través de cabilderos en la Unión Americana y Canadá, para que estas dos naciones trataran de “poner de rodillas al gobierno mexicano”.
Avanzar en la generación de energías limpias en el país es un ámbito de coincidencia, a fin de contribuir a reducir la velocidad del cambio climático; sin embargo, la transición no puede ser inmediata, se requiere crear infraestructura para ello.