Por Daniel Gómez Trejo
Coneme / El día de ayer con 95 votos a favor, 0 abstenciones y 0 en contra, el Senado de la República aprobó en lo general y en lo particular, con artículos reservados, la primera Ley General de Alimentación Adecuada y Sostenible en México, la cual reconoce a la alimentación como un elemento esencial para mitigar el cambio climático y dar cabida al cumplimiento de la Agenda 2030.
Nuestro sistema alimentario actual es insostenible, la industria alimentaria genera más de una tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero, usa más de un tercio del agua potable y utiliza dos terceras partes de las tierras disponibles del mundo, y ante la necesidad de alimentar a una población creciente, es urgente cambiar el sistema alimentario, desde la producción hasta la venta y distribución de alimentos y para ello se requiere un cambio a nivel legislativo y ejecutivo para que las leyes, programas, proyectos y políticas públicas tengan un contexto y visión sostenible.
Bajo este panorama, la aprobación de esta propuesta de ley es un paso crucial para lograr una verdadera alimentación sostenible en México, ya que es la primera legislación que busca garantizar la seguridad alimentaria y nutricional para las presentes y futuras generaciones.
La iniciativa aprobada, busca abrir la puerta para permitir al poder legislativo y ejecutivo tener responsabilidades, facultades y obligaciones en los tres órdenes de gobierno que garanticen a toda la población el acceso no solo a alimentos de alta calidad nutricional, sino a una visión integral de sostenibilidad, y también a un medio ambiente sano.
Algunos de los principales motivos de esta ley, expuestos ante el Senado, son:
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Es la primera ley que considera a la alimentación como un elemento necesario para la sostenibilidad y para hacer frente al cambio climático.
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Resalta una alimentación culturalmente aceptable, incorporando elementos históricos y tradicionales.
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Define los criterios mínimos de una dieta sostenible, los cuales son, entre otros: que generen un impacto ambiental reducido y que contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional para las personas, incluyendo a las futuras generaciones para garantizarles una vida alimenticia saludable. Lo anterior da presencia y cabida al cumplimiento de la Agenda 2030.
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Manifiesta la necesidad de dotar de una seguridad alimentaria, entendida como el permanente acceso físico, económico y suficiente hacia alimentos seguros y nutritivos de toda persona, con el objeto de satisfacer sus necesidades alimenticias y gozar de insumos alimenticios para garantizar una buena salud.
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Robustece las acciones contra la pobreza, al establecer que el Estado implementará políticas de apoyo para la población en condición de pobreza alimentaria, con el fin de garantizar su acceso a alimentos nutritivos, suficientes y de calidad.
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Crea el Comité de Evaluación de Política Alimentaria para medir y analizar los resultados que genere la política pública y los programas sociales que de ella emanen.
Además, dicha iniciativa promueve un modelo de alimentación que prioriza el aumento en el consumo de alimentos de origen vegetal, al tiempo que reduce significativamente el consumo de productos de origen animal. Esto busca crear conciencia sobre la reducción de la contaminación y la sostenibilidad de la cadena de producción alimentaria.
La alta demanda de productos de origen animal no permite una producción sostenible, pues bajo métodos que regeneran la tierra y promueven la biodiversidad, no será posible cubrir su creciente demanda, por lo que es necesario un cambio en el paradigma de los hábitos alimentarios, para reducir el consumo de estos alimentos y adoptar una alimentación mayormente conformada por legumbres, semillas y vegetales que nos conduzca a la sostenibilidad. Un camino que ya están tomando naciones de todo el mundo y del que México no puede quedarse atrás. La iniciativa, impulsada por las organizaciones Alianza Alimentaria y Acción Climática e Igualdad Animal México, coloca a México en ese importante camino.
Aunque el modelo de alimentación no fue incorporado en su totalidad en este dictamen, reconocemos el progreso y la urgente necesidad de contar con una legislación en materia de alimentación para garantizar la nutrición de la población. Es igualmente importante considerar los modelos y factores de producción actuales en la industria alimentaria, que plantean problemas de bienestar animal, ambientales y de salud.
Este gran logro sucede luego de 2 años de trabajo, ya que fue en 2021 que la organización mexicana, Alianza Alimentaria y Acción Climática A.C., cuyo objetivo es impulsar acciones enfocadas a mitigar el cambio climático y mejorar el bienestar mediante la implementación de dietas sostenibles y la organización internacional de protección animal Igualdad Animal, a través de la senadora Nancy de la Sierra Arámburo, integrante del Grupo Parlamentario Plural, presentaron una iniciativa de ley ante la cámara de senadores para expedir la primera ley en materia de alimentación con una visión integral de sostenibilidad donde se considere el bienestar de las personas, el medio ambiente y los animales por igual.
“La aprobación de la Ley General de la Alimentación Adecuada y Sostenible es un testimonio de nuestro compromiso con un futuro en el que la alimentación sea un acto de responsabilidad hacia nuestra salud, nuestro planeta y todos los seres vivos, incluidos los animales en granjas. Esta ley nos acerca un paso más a un futuro donde nuestras elecciones alimenticias reflejen nuestra compasión por los animales y el cuidado por el mundo que compartimos.”
-Dulce Ramírez, Vicepresidenta de Igualdad Animal para Latinoamérica.
Una alimentación sostenible tiene un impacto directo en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente en Acción Climática (ODS 13), Salud y Bienestar (ODS 3), y Producción y Consumo Responsables (ODS 12).
Una alimentación sostenible debe ser culturalmente aceptable, económicamente justa, accesible y nutricionalmente adecuada, al tiempo que protege la biodiversidad y los ecosistemas.
Una alimentación sostenible ayuda, entre otras cosas, a reducir el índice de pobreza, mejorar la salud de las y los mexicanos, reducir la emisión de gases de efecto invernadero, minimizar el uso y contaminación de agua potable y proteger la biodiversidad.
Esta propuesta de ley deberá aprobarse en los próximos meses en la Cámara de Diputados para que se pueda entonces expedir la primera Ley de Alimentación Adecuada y Sostenible de nuestro país.
Como parte de la estrategia de políticas alimentarias que comparten, Igualdad Animal y Alianza Alimentaria seguirán trabajando legislativamente para que el marco normativo de nuestro país reconozca la necesidad de una alimentación sostenible, más nutritiva y más compasiva con los animales, además de trabajar en programas de reducción de proteínas animales para aumentar las vegetales en todos los niveles de gobierno.