Por Francisco Iván Cruz
*La Junta de Gobierno del Banco de México decidió mantener el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en 11.25%.
Coneme / La inflación general continuó disminuyendo en la mayoría de las economías, aunque permanece en niveles elevados. El componente subyacente sigue mostrando resistencia a disminuir. Las perspectivas de crecimiento mundial apuntan a un mayor ritmo de expansión para 2023 respecto de lo anticipado previamente. La mayoría de los bancos centrales de las principales economías avanzadas mantuvieron sin cambio sus tasas de referencia. Se anticipa que estas permanezcan en niveles altos por un lapso prolongado. Las tasas de interés soberanas aumentaron a nivel global y el dólar estadounidense registró una apreciación generalizada. Entre los riesgos globales destacan la prolongación de las presiones inflacionarias, el agravamiento de las tensiones geopolíticas, condiciones financieras más apretadas y, en menor medida, los retos para la estabilidad financiera.
En México, desde la decisión de política monetaria previa, las tasas de interés de valores gubernamentales, principalmente de mediano y largo plazos, registraron incrementos. En el periodo, el peso mexicano exhibió volatilidad y cierta depreciación. La actividad económica muestra resiliencia y el mercado laboral continúa presentando fortaleza.
Desde la última reunión de política monetaria, las inflaciones general y subyacente anuales siguieron descendiendo. Sin embargo, ambas se mantuvieron elevadas al situarse en la primera quincena de septiembre en 4.44% y 5.78%, respectivamente. El componente no subyacente exhibió cierto incremento, aunque continuó en niveles particularmente bajos, al ubicarse en esa quincena en 0.48%. Las expectativas de inflación para el cierre de 2023 aumentaron. Las de mayor plazo se mantuvieron relativamente estables en niveles por encima de la meta.
La mitigación de los choques derivados de la pandemia y del conflicto geopolítico, junto con la postura de política monetaria, han contribuido a la trayectoria descendente de la inflación. No obstante, los efectos de los choques siguen incidiendo sobre la inflación, sobre todo en el componente de servicios, en un entorno de actividad económica más resiliente a lo que anteriormente se anticipaba. En este contexto, incorporando toda la información disponible, los pronósticos de las inflaciones general y subyacente se ajustaron al alza para todo el horizonte reflejando una disminución más gradual a la anteriormente prevista. Se anticipa que la inflación converja a la meta en el segundo trimestre de 2025 (ver cuadro). Estas previsiones están sujetas a riesgos. Al alza: i) persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; ii) depreciación cambiaria ante eventos de volatilidad financiera internacional; iii) mayores presiones de costos; iv) que la resiliencia de la economía incida en una reducción de la inflación más gradual de lo previsto; y v) presiones en los precios de energéticos o agropecuarios. A la baja: i) una desaceleración de la economía global mayor a la anticipada; ii) un menor traspaso de algunas presiones de costos; y iii) que la apreciación del tipo de cambio contribuya más de lo anticipado a mitigar ciertas presiones sobre la inflación. Se considera que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantiene sesgado al alza.
La Junta de Gobierno evaluó la magnitud y diversidad de los choques inflacionarios y de sus determinantes, así como la evolución de las expectativas de mediano y largo plazos y el proceso de formación de precios. Opinó que, si bien se ha avanzado en el proceso desinflacionario, el panorama continúa siendo muy complejo. Con base en lo anterior y tomando en cuenta la postura monetaria ya alcanzada y la persistencia de los choques que se enfrentan, la Junta de Gobierno, con la presencia de todos sus miembros, decidió por unanimidad mantener el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en 11.25%. Con esta decisión, la postura de política monetaria se mantiene en la trayectoria requerida para lograr la convergencia de la inflación a su meta de 3% dentro del horizonte de pronóstico.
La Junta de Gobierno vigilará estrechamente las presiones inflacionarias, así como todos los factores que inciden en la trayectoria prevista para la inflación y en sus expectativas. Estima que el panorama inflacionario será complicado e incierto a lo largo de todo el horizonte de pronóstico, con riesgos al alza.
Ante ello, para lograr la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3%, considera que será necesario mantener la tasa de referencia en su nivel actual durante un periodo prolongado. El banco central reafirma su compromiso con su mandato prioritario y la necesidad de perseverar en sus esfuerzos por consolidar un entorno de inflación baja y estable.